Andrea Gibson
Cada
mes,
cuando
me viene la regla
suspiro
de alivio
y doy
gracias a Dios
por no
estar embarazada
porque
nunca sabes
cuando
Jesús va a volver
y no
sabes
a quién
va a elegir Dios
para
ser la próxima Virgen María
y
¿te
puedes imaginar
algo
que dé más miedo
que
mirar hacia abajo
entre
tus piernas
y ver
la pequeña
y
brillante cabeza
del
niño Jesús?
Joder,
no, gracias.
Es
decir, ¿qué tipo de pegatina
para el
coche te comprarías?
¿tu
hijo es un estudiante de matrícula?
Sí,
bueno,
mi hijo
anda sobre el agua
y cura
a los leprosos, gilipollas.
Piensa
en la presión.
Personalmente
yo
preferiría dar a luz a Lucifer,
un
chollo.
El tipo
de crío
que se
sentaría en la Última Cena
y se
quejaría
porque
a Judas
le ha
tocado más puré de patatas.
Porque
Dios sabe
que lo
sagrado
ha
hecho más daño
en este
mundo
de lo
que el Diablo
podría
llegar nunca a hacer.
Andrea
Gibson
7 comments :
Voy a buscar algo de ella, no la conocía y es interesante y distinta.
Tracy es bastante cruda pero tiene cosas muy sugerentes. Si no encuentras nada avisa, subo más poemas de ella.
Terrible.
Me quedo con esa ultima estrofa...quizás no tan literal
pero cuanto mal se ha hecho en el nombre de Dios a lo largo de los siglos
y se sigue haciendo!!
Me gusto mucho el poema..
eli mendez cuando leo poemas como este y otros que “descubro” gracias a la facilidad de este invento me quito el sombrero y a la vez abomino de otros poemas que leo por aquí, llenos de buena intención y, oye, cada uno lo que sabe hacer y lo que le sale, lo que siente, pero me siento muy pequeño.
Muy estimulante estos versos llenos de ironía y humor negro, Pedro, en estos tiempos tan remilgados y pacatos. Los he leído y disfrutado con placer y una sonrisa hasta el final.
Me siento muy identificada, una de las cosas que más miedo me daba de pequeña era que se me apereciera la Virgen o cualquier Santo...Y para conjurarlo siempre hacía risas en las clases Gore de Religión. Cuando me expulsaban al pasillo me sentía liberada.
Aunque sacaba muy buenas notas y es que también me fascinaba todo ese mundo.
Un beso,
Pedro todos somos "pequeños", pero también "enormes e infinitos".
Pues tiene toda la razón.
Se vive mejor cuando no esperan demasiado de uno.
Besos.
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