sábado, 31 de agosto de 2013

31 de agosto



Cuatro millones de desplazamientos entre ayer y hoy, tantas personas moviéndose de acá para allá, malhumorados unos por el fin de las vacaciones, alegres los menos por su comienzo, indiferentes los más porque ellos no tuvieron vacaciones.

Los blogs se mueren, ¿ a quién le importa? Hoy es sábado ¿quién quiere entrar a un blog si la vida está ahí fuera? Y sin embargo, de guardia, aquí, hoy también.

No les prometo nada pero intentaré cambiar este espacio, no sé, siempre que lo he intentado he vuelto al formato original. De momento toda la música es diferente, espero que les guste.

Abandonado el intento inicial (hace tanto ya) de (sólo) escribir tendré que buscar nuevas formas  en el decir.

Que ustedes lo hayan pasado muy bien (si vuelven), que lo pasen bien (si se van) y ánimo (si no se van), no hay mal que cien años dure (a este paso, sí).

Un abrazo.  



viernes, 30 de agosto de 2013

Parker no ha ganado nada.


Es tu dorada luz, aire lejano
lo que viene a los verdes arrecifes.

Dame la mano, Bronwyn, alejémonos
del mar.

Juan Eduardo Cirlot.



 12. Parker cuenta las monedas en su bolsillo y llega a la conclusión que con esta página no ha ganado nada. Es más, sabe que ha perdido el tiempo, que la historia, la suya, no se ha modificado, que ha dejado al aire las vergüenzas y que sus flancos son vulnerables a los cuchillos del sarcasmo, la ironía, cuando no a la descalificación y la burla. “Bah, no sabe organizar sus sentimientos, es un iluso, las velas de su altar se han apagado.” 


jueves, 29 de agosto de 2013

Pues eso.

"Cuando te dedicas a esto durante muchos años, acabas entendiendo que no seguirías escribiendo si nadie te leyera" ( Richard Ford)



Pues eso, lean ustedes ( lo que es leer, no esto, claro) que es un sin vivir este ir del coro al caño, del  paraíso del fin de la tierra a lo que es, los otros meses, el reciclaje eterno, el invento del cuento, el descenso a una cotidianidad que brillé sin deslumbrar, qué me estás contando,  mire usted, que a usted también se le terminan las vacaciones, que usted no las ha tenido, que septiembre viene como un toro de dos cabezas, bufando,  asustandonos, abriendo la puerta a lo oscuro, qué miedo, el toril, la manada, los monosabios, los picadores, todo el conjunto nacional de pícaros, tironeros de lo público, trileros, jugadores de ventaja, tahures del BOE, asustaviejas, timadores de voluntades, consejeros sin consejos, refraneros sin refranes, basta, que estoy de viaje, ahora mismo, que no quiero nervios, tranquilidad absoluta, voy para allá.
 


miércoles, 28 de agosto de 2013

Agosto 28.




Las vacaciones como exilio, un intento inútil de atrancar la puerta del tiempo para que no  sumen los días, correr en una dirección equivocada con vientos y nubes y dolor en los huesos. 

Pasividad en la tentación. 

Agosto se corta el pelo para salir bien en la fotografía de fin de mes, se maquilla para esconder los bostezos y las ausencias, se turba ante el cercano enfrentamiento, la implacable vuelta a lo que será, mirar cara a cara a lo que no tiene nombre.

El abismo de lo conocido.    

Seguir ahí, lejos de tanto , es una forma de reconocer la derrota, el miedo a la llamada que de todas formas deberá realizar, el cansancio de una situación que se dilata y se ahoga en su propia contradicción.  

La memoria, la emoción, la imaginación, bah, nada.




martes, 27 de agosto de 2013

Parker, level up.


Parker desterrado, lejos de todo y de sí, sorteando afectos viajeros, en efecto, un sentimiento de perlas bañadas con lágrimas,  está tumbado en una siesta fría y oscura, sueña que aún no ha terminado el sueño, gira en un atrás y adelante acechado por una jauría de perros negros, despierta y la vida esta cobijada bajo los tilos húmedos, desparejados a lo largo de un camino en zigzag, quizás esto es hablar por hablar pero Parker no sabe dónde empieza lo nuevo, ay madre, lo nuevo, cómo será el tránsito a lo siguiente, la vuelta, se acurruca, se ovilla, se obstina, se abstrae, se abandona al acaso, a lo que deba ser, qué será, será y ese es el tema, el miedo a un futuro menguante con olor almendrado y leopardos atravesando la pantalla, devorando a los músicos, sembrando pánico en el patio de butacas, los espectadores huyendo entre viñedos y esto era parte del sueño, la tristeza de después, la recaída, el agujero, los médicos aquellos, el psiquiatra meneando la cabeza con escepticismo y sigue la fuga silenciosa, level up.  



lunes, 26 de agosto de 2013

Parker miente.


Bronwyn;
es un mar de ceniza, está subiendo.

Nuestras alas no existen por la noche.

La cabeza es de cera,
los ojos son espacio.

Te dejo entre los árboles del mundo
y este coro de gritos que persigna
mi estatura maldita.

Juan Eduardo Cirlot.

 
11. Parker toma las palabras que guarda en su moleskine, en post-it, en los márgenes de recetas médicas, en papeles de viento, las junta, las revuelve con sus emociones íntimas, se miente, quiere engañarse y habla, vierte también eso que dice, lo que calla, lo que le duele en la lengua, las pesadillas, lo muscular, la bilis. 



domingo, 25 de agosto de 2013

Parker duda, tiembla, ama.


Remolinos de cielos y de océanos
de incesantes distancias funerales.

El centro es lo lejano, y es allí
entre espirales grises y plateadas,
donde acaso la cruz es una cruz,
el cruce y el encuentro.

El centro es el lugar donde la imagen
habla desde su doble transparente.

Juan Eduardo Cirlot.


10. Parker duda ante la boca de la cueva. Nunca ha sabido nada de lo que ella es/era. Desde lo oscuro, quizás desde otra constelación, viene una voz. Desde esa negra profundidad suena terrible, tronante, tan lejana. Duda, tiembla, teme. Llegan mensajes del abismo que espera, paciente y cierto. Se inclina con dulzura ante la nada. El corazón se le rompe con un nunca que reverbera en las paredes del cielo con estrellas muertas hace millones de años. Jamás es ahora y lo sabe. La realidad se cierne y le deslumbra, es un instante puro. Un cuervo vuela con un anillo en el pico, los tigres dormitan, los milanos chillan, el alma se le anuda en el vientre, la felicidad tenía un ticket caducado, entra con lentitud en un pantano de cenizas y el sudor se cristaliza en el perímetro de lo ajeno. Da vueltas pero no sabe salir del laberinto. Mary le dice que debería consultar con un psiquiatra, lo cual no deja de ser una ironía ya que…Parker sabe que ha llegado demasiado lejos, para el coche en la cuneta y se pierde en los bosques de Luisiana. Hasta aquí. 



sábado, 24 de agosto de 2013

De agosto en agosto



Escribir es apenas un balbuceo en la oscuridad. Pretender escribir bien es un toque de los dioses, un regalo de los cielos, un...lástima que soy un agnóstico  que sólo cree en el trabajo continuado. Presumir de escribir bien ( has muchas formas de hacerlo) es una declaración de guerra en la que sólo se pueden defender los muertos, los que escribían bien. ¿Quien reparte los diplomas? Mi muro esta lleno de personas que escriben ( bien) algunas pintan, otros no pintamos nada. Escribir es dejar las puertas abiertas para que la casa se llene de desconocidos que dejan caer la ceniza en las alfombras, que se beben el whisky, que vacían la nevera y que tratan de seducir a tu pareja ( el que la tenga). Vale, es cierto, uno me invitó a su boda, otra me beso en el cuello, uno me envía poemas, yo que se. Estoy aburrido, voy a intentar subir sólo mis silencios, quizás alguna onomatopeya, dos ah, pamplinas. Escribir sin decir es pintar las líneas del vacío. Ya que estamos, escribir es que se enfade tu pareja (el que la tenga).
Por cierto, no se sí viene a cuento, este Blog Glup de las narices me presenta un muro que no se renueva, que repite y repite, que trae lo de antes de ayer, que corre como un podenco, que esta empezando a aburrirme.
Escribir no es comunicar esto, al menos no así.
Por cierto, no recuerdo que estaba diciendo.
Viva el 1 de mayo.




viernes, 23 de agosto de 2013

Parker lee una inscripción


Nunca he tocado nada de lo que
tú eres.

Estás como una idea en un instante
puro.

Clara en tu firmamento de firmeza
blanca.

Desnuda Bronwyn, llámame, ya voy;
caigo.

Juan Eduardo Cirlot.


 9. Tenía halo, el cuerpo de aquella mujer era inaccesible, una isla virginal en la mitad del lago de la pureza. Todos aquellos que quisieron llegar nadando hasta ella perecieron ahogados en el intento. En otro tiempo, Parker lo intentó, esforzado nadador de lo imposible, braceó sin éxito entre olas. Derrotado, se retiró de espaldas dejando gladiolos en el altar de sus convicciones, de su firme propósito de divinidad. Los sueños piden orillas pero con los años creció un bosque dentro de un bosque, de las nubes caían ranas, un meteorito acabó con los dinosaurios del jardín, los hippies se cortaron el pelo y Jimi Hendrix gustaba a las abuelas. En el 83 un diluvio inundó la ciudad, las aguas desbordaron las riberas y subieron, subieron, inundando las calles. Ni siquiera entonces apareció en lontananza un apóstol. Nadie señaló el horizonte para amansar la gota fría. El mar se retiró al mar, una paloma blanca se posó en lo más alto de una torre blanca, alguien escribió en sus muros, “¿Y si fuera solo sexo?” Por casualidad Parker lee esa inscripción, la repite, se lo pregunta bajo una catarata, lo grita entre los rosales, evoca los momentos en los que los brazos de aquella mujer eran una prolongación del paraíso, sus muslos eran la ciénaga donde se ahogaban las peores intenciones, encaramarse sobre su cuerpo era otear otro mundo, allí donde todo era posible. Entonces el agua se hace murmullo y sabe que ese es el castigo de los dioses. 



jueves, 22 de agosto de 2013

Parker no tiene billete de regreso


Mensajera del más allá, tú vienes
con forma de mujer, pero el abismo
se cierne junto a ti tan dulcemente.

Bronwyn,
constelaciones pálidas esperan
en medio de otros cielos con tu luz.

Juan Eduardo Cirlot.

  8. Sigue lloviendo, es un día triste, no parece primavera. Parker sueña con una mujer de cristal, sabe que no le conviene pero, ay, su sonrisa. Se mete en ella, por sus oídos, elude la lengua, entra a sus pulmones, la recorre por dentro, inventa lo que piensa, adivina lo que siente, pequeño, un insecto mínimo, ve los intestinos, el bazo, un apunte de sentimientos que en tiestos rojos se plantó en el hígado, el deseo en cuadros colgados en su aorta, el miedo que pende de la tráquea, las ilusiones que corren por sus venas. Ya en el colmo la imagina desnuda, la abraza como un náufrago, nadador hasta su playa, esforzado amante que acaricia sus muslos y ese espacio que se abre como una magnolia, que le embriaga, se pierde en ella, goza, muere de placer, despierta, sabe cuál fue el camino de ida, no tiene billete de regreso. 



miércoles, 21 de agosto de 2013

Parker clasifica su alma


Las ruinas de las runas en la roca
hablan de que yo estuve en este mundo,
donde el mar y la tierra de las nieblas
se funden y confunden.

La vida era una ausencia inagotable,
un laberinto de serpientes grises,
un pantano de rosas tenebrosas.

Juan Eduardo Cirlot.


 7. Ya que eso de la resurrección no está muy claro y que el despliegue de colores del atardecer está dejando todo perdido de añoranzas, Parker se pone una careta y se dedica a clasificar y ordenar trozos de su alma, no como despojos, no, canta números para organizar mejor cada sentimiento. Oregón es un himno, el tres enseña álgebra, la amargura se asocia con el color morado, las perlas abren bocas como llagas, el siete es una cabra, un diccionario es un pozo sin brocal, dos es uno más uno más uno. Recuerda que su madre murió cuando su padre tenía la edad que él tiene ahora. Nunca lo había pensado. Además del dolor sin fondo, de quedarse huérfano de ternura, marcó un punto desde el que ahora se mira, desde arriba, espectador atónito, piensa que su padre le parecía entonces muy mayor. Corre al espejo y la cara que se refleja es la de su abuelo, se ha saltado una generación. Florecen los cerezos, su alma es una naranja azul, pisotea un jardín con sangre A-, una barca regresa sin pescador, el horizonte está detrás de las dos columnas donde está atado Sansón, caen hojas desde la acacia rosa, se arrodilla y canta un himno, mañana será otro día. 


martes, 20 de agosto de 2013

Muros.

Estuve con un joven

y supe al fin lo que era
el violento arrebato, la agilidad vibrátil,
cavidades melosas en la carnosa pulpa
suavemente entreabierta
hasta el linde dehiscente,
el perfecto engranaje,
la densidad precisa de jugos derramados,
la inclinación debida,
la posición exacta,
y la sabiduría del mutismo,
la belleza de un glande.

"Eros" 1981

Clara Janes.




Nuestros muros son tan diferentes y sin embargo. Puede parecer que así no hay quién se entienda aunque hablemos de lo mismo o de nada o youtubes o poemas o silencios llenos de imágenes hermosas.¿De qué estábamos hablando?  No lo se, entiendo que tener cinco mil amigos o acumular "me gusta" puede ser gratificante. También hacer propaganda de lo suyo aunque qué hay de lo mío que no vendo nada o si o caminos de aire o anzuelos, orzuelos, revuelos, desvelos, consuelos, esas cosas. Que bien lo pasamos, yo al menos, aquí, tan lejos (depende de dónde, claro), que tecleas ideas, emociones, sentimientos, temblores, bostezos y te salen flores, pájaros, viento y esto es agosto, señoras y señores, que septiembre está a la vuelta de la esquina y los agoreros van a tener razón y voy a pintar las paredes con tu nombre, mi amor, que saldrá el sol por Antequera o no saldrá y que nosotros lo pasemos bien que esto es lo que hay y a lo que iba/mos que nuestros muros son tan diferentes y sin embargo.  Ay.



lunes, 19 de agosto de 2013

Dominical

Dominical.

Todas las tragedias que se puedan imaginar confluyen en una sola y única tragedia: El pasó del tiempo. – Simone Weil - 


El caso,es que uno viene aquí (también) " para hablar de su libro" y después de chocar contra la pared ("se traspasa", no es cierto) debe dedicarse al viejo truco de esparcir poesía por los campos como un san Isidro sin bueyes ni arado ni mucho menos vocación ni ángeles que le sustituyan en sus fines de no es lo mismo predicar que sembrar trigo o algo así que estas mañanas en calma (ahí fuera el mar en calma, el cielo en calma, al otro lado la calle en calma, ¡qué aburrimiento!) te dejan con ganas de salir a quemar conventos o meterte en un bosque a fisgar pájaros o, que se yo, llamar a las antiguas amantes y decirles que estas vivo, que respiras, que el sol ha salido y las riberas están llenas de cangrejos (ahora no puedo llamar porque en las residencias de ancianos están aún sirviendo los desayunos) y esta llegando el momento de soltar la jauría, restregar los hocicos de los mastines con el olor del fracaso, con el hedor del miedo, gritar en los caminos y correr sin descanso hasta llegar a ningún sitio, ¿dónde estoy?, que los árboles me hablan y la música es esta nota repetida en fa, puro jazz, improvisación de domingo sin iglesias ni mantos morados, comunión de cuerpos desnudos en esta playa, ahí al lado, hay bajamar, las conchas cantan con el leve movimiento del agua verde y fría y hay resaca de alcohol nocturno y bandas con himnos de revolución mientras todos beben y ríen y Egipto, ay, la realidad está tan lejos, las tragedias están lejos (Santiago, aquí al lado, tantos muertos, tantos heridos aún, culpable el maquinista, dicen, un monstruo de toneladas de peso a 200 kms por hora en dos manos y dos ojos y el horror), es domingo y puedo escribir versos, dar besos, olvidarme o recordar, levantar la esquina del misterio o enterrar las voces que por las noches me susurran que la vida es ahora y pasar de puntillas por los hospitales y el miedo, no se vayan a despertar los agoreros y tengamos la fiesta en paz, agosto va, vamos con el (este trasto no me acentúa, a veces si), "dame la mano y vamos a sentarnos bajo cualquier estatua" que anotaba el maestro Pablo Guerrero que le escuché hace poco en el teatro Campos y en mitad de una canción se puso a llorar y ganas daban de subir al escenario a abrazarle, eso, mi abrazo y mi sonrisa, que tengáis un buen día. 





domingo, 18 de agosto de 2013

Parker y los actores italianos


Alucinante luz en que la luna
une la encina blanca desde el cieno
al cielo donde el hielo resplandece
azul en un silencio alucinado.
Bronwyn,
enciende la llanura con tu voz.

Juan Eduardo Cirlot.


 
6. Nadie sabía quién era Victorio Gassman y por supuesto a nadie se le ocurrió llevar flores a su tumba. No era joven, en el infierno no hay sitio para los viejos, sus pasillos están decorados con retratos de dioses enfermos, con lirios que crecen en las riberas del estanque de fuego, donde se tortura a los poetas, las calderas donde gritan los escritores con libros que hierven en sus cabezas huecas. Hay una habitación con artilugios para hacer confesar a los sacristanes equilibristas, al párroco que se dormía en el confesionario, al implacable perseguidor de herejes, al azote de la adultera presa de sí misma. Parker escucha el eco de los salmos, el plash de los saltos de los salmones, el trueno de motocicletas en la carretera de vuelta, el silbido de un diablo de cuernos rojos parado en la señal de limitación de velocidad, prohibido aparcar, los actores italianos se mueren en el escenario, ya no quedan plazas en el infierno. 


sábado, 17 de agosto de 2013

De vez en cuento

/Juan Rodríguez de Tembleque ha tenido la amabilidad de incluir en su blog uno de mis escritos que encontró en el rincón de Fermín Rotaeche (http://bilborama.com/)

Lo ha acompañado con gran trabajo, sensibilidad y conocimiento. Se lo agradezco mucho. Espero que os guste, es pura arqueología sentimental




viernes, 16 de agosto de 2013

Parker y la nostalgia de la distancia.



Parker camina sobre las baldosas de los días, unas en sombra, otras en luz, ha llegado a la conclusión que apenas le queda tiempo para saber las respuestas a tantas preguntas como se le agolpan en la nuca, entre los omoplatos, bajo el ombligo, por ahí.

Para colmo agosto se acorta, ha llegado al ecuador  de sus vacaciones y al mirarse al espejo advierte que se le ha quedado cara de cómic, no de superhéroe, no, de chiste, de no entender nada, de no esperar demasiado del resto, si es que puede llegar hasta el final sin partirse de risa de sí mismo.

Algo le redime, ahora sabe que duerme al lado de Bromwyn, que su búsqueda era estéril, que puede estar donde está, sólo ahí, que puede cerrar las puertas a nostalgias pasadas de moda, que ni siquiera hay moda. ¿ Y nostalgias?, lo piensa unos minutos, revisa nombres y llega a la conclusión que está tan lejos de todo que no es práctica. La nostalgia.

Y es que Parker esta muy lejos de todo, de tanto, en el extremo superior izquierdo del mapa, justo bajo la raya de las isobaras, del conglomerado de nubes negras. Sin embargo por la ventana entra un sol radiante y aroma de mar y graznidos de gaviotas alborotadoras. Lejos o cerca apenas son conceptos y cada día es único, ya vendrá el invierno.





jueves, 15 de agosto de 2013

Parker necesita una musa


Por el bosque del tiempo la noche del espacio,
el errar de mi busca, la boca de mi incendio.

En tus ojos, cayendo, un mar gris se levanta.

Lo espantoso es sencillo y está siempre muy cerca.

Juan Eduardo Cirlot.
4. Dibuja, la punta del lapicero va definiendo un contorno, un esbozo de sonrisa, un brillo de lujuria, un cuerpo exánime sobre la niebla abandonada. Sus dedos bailan, dejan trazos de carboncillo que iluminan con su negrura, emborronan el paisaje hasta que, oh milagro, surge el retrato de la ausente, de la viajera de los desiertos, la guía de la caravana de camellos, la introductora en el territorio de la inspiración. “Necesitas una musa” y Parker asiente, cabizbajo, austero en manifestaciones, prendiendo velas, en fila, kilómetros de ellas, de océano a océano, tocar pared y vuelta. No hay noticias de Pessoa, se come sus versos, poeta inmóvil, los pincha con un tenedor hambriento, los sazona y traga sin entusiasmo, ausente. Un fado se rompe en las marismas.


miércoles, 14 de agosto de 2013

Parker y la paloma equivocada


Que las orquestas ciegas del martirio
acaben con los bosques, y los fuegos
de este incendio final, sacramentario.

Bronwyn,
si no puedo ser tú, si no podemos
ser ángel,
¿por qué la niebla es gris sobre el mar gris?

Juan Eduardo Cirlot.


 3. Se equivocó la paloma, se posó sobre la chimenea que daba al patio donde pastaban los unicornios, esquivó a mariposas y abejorros, al deshollinador de rescoldos invernales, a la joven francesa enemiga de la erre, al cazador de lo negro. Parker riega con vinagre los tomates sobre la marquesina que ya no protege del frío, pule los versos que zumban en su lengua, los escupe sin educación, sin puntería, sobre la nieve que pisan los ejércitos en retirada. Un pescador de perlas jubilado mira la escena, escéptico, a su alrededor imaginarios cisnes blancos se funden con el río. Hay una escena de gran violencia emocional que se reproduce una y otra vez en la ventana de un incansable You Tube, una mujer con los pulmones enlutados la mira detrás de un abanico, de las pestañas, del rencor, pesa el sí y el no de sus lágrimas en una balanza absurda. 

martes, 13 de agosto de 2013

Caminante sin caminos

“Hay palabras que no decimos
y que ponemos sin decirlas en las cosas.
Y las cosas las guardan,
y un día nos contestan con ellas
y nos salvan el mundo,
como un amor secreto
en cuyos dos extremos
hay una sola entrada.
¿No habrá alguna palabra
de esas que no decimos
que hayamos colocado
sin querer en la nada?”

Roberto Juarroz.



De mi caminar en mayo/junio saque varias conclusiones, a saber, cada día me gustan más los árboles, quizás en la misma proporción en la que me gustan menos las personas, opto por la soledad, por los paisajes abiertos, por el horizonte tan lejos que de pereza alcanzarlo,  por lo diferente, lo  sencillo, lo elemental, la esencia, la letra a, he visto tantas cosas nuevas que no se cómo ordenarlas en mi cabeza, mucho menos cómo contarlas, aún no las he digerido, una sensación como la de después de una comida copiosa, una sobremesa expandida, se me mezclan Greenwich de Connecticut con Calzadilla de la Cueza, el tumulto de Times Square con el silencio de los pueblos de Palencia, el Chrysler con cualquier palacio de  Carrión de los Condes, las músicas del jazz de la noche de los jueves en la Bilbaína con los trinos melodiosos de pájaros al amanecer, no asimilo, discurro por los días tratando de apresar instantes pero se me vuelan entre los dedos, abrazo el aire, quiero clavar el reloj en la pared, estrellarlo contra el suelo, comerme los calendarios, boquear en el agua fría de una ría en Galicia, fingir que me interesa todo eso que me dicen, sonrió pero estoy en otro lugar, no tengo tiempo, quiero caminar hacia todos los destinos, sólo, hablando lo justo, lo correcto, caminar por la playa, quiero vivir en una playa, también escribir mirando el Hudson, sentirme la sangre, mirar las estrellas sentado en un banco en lo oscuro, quiero ser contradictorio y humilde, caminar por las mañanas con frío y ritmo saludando con un buenos días a los desconocidos, quiero aprender lo suficiente para olvidarlo todo, lástima no poder empezar Todo de nuevo.







 


lunes, 12 de agosto de 2013

Parker y su amor platónico


Yo soy un ser humano a pesar mío.

El espacio plateado de mi espíritu
penetra en el espacio gris del mundo.

¿Hasta cuándo?

Juan Eduardo Cirlot.
 2. Parker guarda un amor platónico en el estuche del pecho, desde los cerros de su alma bajan vicuñas con floridos sentimientos en las alforjas. También hay un deseo táctil sobre su cama, no tiene nada que ver con la que comparte sábanas. Para qué le va a dar vueltas, el ahora es el ahora y esto es lo que hay. No sabe si va o si viene, los cuarenta años le han dejado en el umbral de una puerta que no sabe dónde conduce. Desde un extremo del pasillo mira a las esperanzas que saltan sobre la alfombra que fue tálamo, que fue refugio, que fue una fortaleza ante la que se estrelló el sentido común, las renuncias, los recuerdos momificados, lo efímero. En la cocina se marchitan las cebollas de las falsas esperanzas, nada perdura, nada, el espejo le devuelve una frente creciente y una ilusión menguante.


domingo, 11 de agosto de 2013

Parker o el comienzo



Las huellas de tus dedos
no se ven en las torres.

Pero yo leo sin descanso, en la soledad de la ermita junto
al mar
los antiguos signos en donde tú estuviste hacia el año mil,
por los bosques, los pantanos, las ramas y las hojas, la arcilla
pisada.

Dentro del corazón está la muerte
como una runa blanca de ceniza.

Acércate por el campo blanco o por el verde campo o por el
campo negro, pero ven.

Detente ante la tumba
donde los dos estamos.

Juan Eduardo Cirlot.

 
1. Es lunes y Parker se hurga en la nariz, mira caer la lluvia, la escucha, la siente en su piel desnuda, resbalando por sus cicatrices. Con un gesto ensimismado se expone al frío de saber que los mensajeros no llegarán, que el inquilino del No lleva varios meses sin pagar la renta, que el escepticismo le crece desde los tobillos, que por el ombligo han empezado a brotar las primeras hojas de mayo. Sin embargo el cielo se obstina en permanecer en invierno, un rey pregunta a sus súbditos por sus preferencias en cuestión de cetros y coronas, no le importa pero parece más democrático. La muerte no tiene duda, aunque no tiene fecha sabemos que viene, que está viniendo, no sabemos por qué autopista ni su cara, si pernocta en un motel o si es esa mujer rubia que se sienta a nuestro lado en un banco del parque. Matusalén murió, se murieron los sueños y continuamos expectantes, vigilando los cruces de carreteras y los parques. Mientras tanto la belleza duerme plácida en brazos de los ateos.


sábado, 10 de agosto de 2013

Parker y la libertad del tumulto.


Pobre mi lucerito, quien te ha pegao, que tienes los ojitos de haber llorao. 
(La rabieta .-.Vainica Doble)





Le llamo Parker.

Parker.

Resulta que este Parker esta tumbado en la playa (quizás debería decir en una playa), tomando el sol y pensando (quizás debería decir añorando), con los ojos cerrados hace balance de su vida, siempre le sale negativo (excepto en la contabilidad B, esa que no puede mostrar).

Ordena, clasifica el antes, todos los antes, descarta, numera, elimina, descubre, se sorprende, evoca, ¿dónde está la felicidad?, ¿alguna vez fui feliz? (se pregunta). Algún recuerdo, un nombre, otro, dos más, se le han quedado atravesados y se entristece.

Alrededor cuerpos (casi) desnudos sobre toallas de colores, niños jugando y gritando, arriba gaviotas y enfrente el mar, calmado, de un sorprendente verde, a lo lejos barcas con pescadores (o contrabandistas, o piratas, o submarinistas antes de sumergirse, o bellas damas en atrevidos bikinis o sin ellos, los de la regata).

Es lo que tiene el verano, hay tiempo para mirar y pensar y recordar y aburrirse y saber.

Parker le da vueltas a eso de la felicidad, ¿es feliz? ( se pregunta de nuevo)

Por la orilla pasean incansables los recolectores de conchas, las señoras con varices, los señores de estómago prominente, los niños que tiran arena a otros niños, las madres que se cuentan sus cuitas y sus mentiras, alguna verdad, los hombres que exageran, un perro siguiendo a su cola en círculos, un peregrino despistado, Parker.

Después de  varios kilómetros de espuma con agua hasta los tobillos, de mirar a los buzos de las navajas, disimular con las paseantes top less, resistirse al baño en aguas tentadoras pero frías, Parker sigue obsesionado, pensando si en este paraíso (quizás debería decir Paraíso) es feliz (que pesado).

Vuelve a casa por el camino más largo, opta por el sendero entre los pinos, algo se ha movido en su cabeza. Se cambia de ropa, escoge una camisa blanca y un pantalón negro, los mocasines bonitos, un cinturón de cuero, la cartera con dinero, las llaves del coche, se sube en ese coche, pone música (Cream, Strange Brew), arranca, se pierde en carreteras que llevan a ningún sitio, se pierde en antros oscuros al lado de esas carreteras, bebe junto a mujeres brillantes y caras, bebe mucho, ¿es feliz así? (me pregunto)  y ahora puedo seguir contando que se sube de nuevo en el coche, pone música (Bye-ya, Thelonius Monk) conduce haciendo eses  y en una curva traidora se precipita al mar en una perfecta parábola por los aires. Pero tengo cariño a este Parker, mañana quiero seguir escribiendo sobre él y no es cosa de andar resucitando a los personajes que me invento ( o no) 

Esto es para el sábado.
















viernes, 9 de agosto de 2013

Apuestas.


"Porque soy yo la que mando/ soy la que te dice cuándo vamos al mambo", que canta Ivy Queen y eso es cierto en este país con la música del viento entre las calles de piedra  y gatos altaneros, caballeros  que plantan higueras en sus sombreros de copa, mujeres enredadas en discusiones teosóficas y niños bien vestidos con ajustados pantalones de tergal, que aquí tenemos botica, sacristía, campanario, calabozo, varias tabernas, confiterías, un espía y, lo mejor, alguien que recuerda a Taxi Girl cantando aquello de “Sur un écran géant/ Une tache de sang.”

Alto ahí, ¿no sabe usted escribir algo con más enjundia?

No.

(Pues eso)


Nota: si sé pero estoy de vacaciones y no puedo hacer nada y todo a la vez, que los días son largos pero se me hacen cortos y están tan llenos de oportunidades de disfrute que escribir es un ejercicio que requiere más imaginación y/o experiencias y, que queréis que os diga, mañana será mejor.  



La teosofía es un sistema religioso, filosófico o místico cuyos practicantes creen estar iluminados por un espíritu superior, de forma que pueden tener conocimiento del universo mediante su intuición. Aunque los primeros ejemplos de pensamiento teosófico aparecen en unos tratados metafísicos sánscritos del siglo VIII a. C., la teosofía suele asociarse en Occidente con Helena Petrovna Blavatsky, una ocultista ucraniana que se atribuía habilidades mediúmnicas y mantenía haber recibido su doctrina de maestros religiosos que habían alcanzado un plano de existencia superior. Por supuesto, nada de ello pudo ser comprobado, por lo que fue acusada de fraude. Aquello no impidió que sus enseñanzas, que habían nacido en oposición al racionalismo, se extendieran por los círculos esotéricos del siglo XIX. En 1875, Blavatsky fundó en Nueva York la Sociedad Teosófica, cuya finalidad era reconstruir el conocimiento primigenio que en teoría el hombre había recibido en sus orígenes.



Helena Blavatsky, también conocida como Madame Blavatsky, cuyo nombre de soltera era Helena von Hahn y luego de casada Helena Petrovna Blavatsky —Елена Петровна Блаватская, en ruso—, (Yekaterinoslav, 12 de agosto de 1831 - Londres, 8 de mayo de 1891), fue una escritora, ocultista y teósofa rusa. Fue también una de las fundadoras de la Sociedad Teosófica y contribuyó a la difusión de la Teosofía moderna. Sus libros más importantes son Isis sin velo y La Doctrina Secreta, escritos en 1875 y 1888, respectivamente. Además de haber sido acusada de fraudes y engaños deliberados a lo largo de su vida,1 sus escritos incluyen afirmaciones racistas y antisemitas que sirvieron directamente de inspiración a los ideólogos nazis.





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