Vendrá la muerte y
tendrá tus ojos
esta muerte que nos
acompaña
desde el alba a la
noche, insomne,
sorda, como un
viejo remordimiento
o un absurdo
defecto. Tus ojos
serán una palabra
inútil,
un grito callado,
un silencio.
Así los ves cada
mañana
cuando sola te
inclinas
ante el espejo. Oh,
amada esperanza,
aquel día sabremos,
también,
que eres la vida y
eres la nada.
Para todos tiene la
muerte una mirada.
Vendrá la muerte y
tendrá tus ojos.
Será como dejar un
vicio,
como ver en el
espejo
asomar un rostro
muerto,
como escuchar un
labio ya cerrado.
Mudos,
descenderemos al abismo.
(Cesare
Pavese)
Cada día preparo lo de mañana,
pero nadie sabe si habrá mañana. Aún así me aplico y busco entre aquello que
fue y entre lo que es, algo sale. La memoria. La curiosidad. La constancia. El absurdo
de creer que sirve para algo (no te rías). El absurdo de creer (aún, con todo).
El absurdo (y sin embargo).
Cada día es diferente y el
mismo, vivimos como si no pasara nada pero pasa, sí, usted y yo lo sabemos pero
miramos para otro lado y así avestruces y nosotros podemos seguir, atentos,
claro, por si acaso. Hubo tiempos mejores, va, peores, bueno, ahora hay lo que
hay y aquí seguimos, a pesar de todo, de tanto.
Al lío, que recordaba hoy a Vittorio
Gassman, il Mattatore, en aquellas Rufufú, Il sorpasso, Profumo di donna,
magnifico actor y director de teatro y cine, rapsoda, hombre culto, uno de los mejores actores
italianos. No sé porqué hoy le recuerdo, últimamente tengo una tendencia a
recordar a los muertos e ignorar a los vivos, yo qué sé. Pero, escuchen,
escuchen que bien recitaba a Pavese (otro
que tal, qué triste, qué señor más triste)
Verrà
la morte e avrà i tuoi occhi-
questa morte che ci accompagna
dal mattino alla sera, insonne,
sorda, come un vecchio rimorso
o un vizio assurdo. I tuoi occhi
saranno una vana parola,
un grido taciuto, un silenzio.
Così li vedi ogni mattina
quando su te sola ti pieghi
nello specchio. O cara speranza,
quel giorno sapremo anche noi
che sei la vita e sei il nulla
Per tutti la morte ha uno
sguardo.
Verrà la morte e avrà i tuoi occhi.
Sarà come smettere un vizio,
come vedere nello specchio
riemergere un viso morto,
come ascoltare un labbro chiuso.
Scenderemo nel gorgo muti.
(Cesare
Pavese)
¿Le ha gustado?, pues mañana
más. Encantado de conocerle. Póngame a los pies de su señora, de su señorito o
de aquel/la con quién comparte.