Al
amanecer los monos aúllan en los manglares, quiero ser Presidente de los
Estados Unidos de América.
Quiero
que Bukowski revivido me vote, y Jean Louis Trintignant,
nacionalizado, las buenas gentes de Ohio, de Missouri, de Carolina del Norte,
nihilismo y emancipación, el viaje hasta la Casa Blanca como determinación,
como se acaricia un sueño, una venganza, peregrino, transeúnte, poner mis
zapatos sobre el borde de la mesa de nogal del despacho oval.
Sonidos
de cucharillas de plata en platos de porcelana, tarta de arándanos, me
corresponde aprender por correspondencia un inglés perfecto, decir yes mientras
miento, asiento, sonrío, siento la ontología regional de la liquidez, un
Presidente con un búho sobre el hombro del hombre más poderoso del Universo,
con un teléfono rojo para, envuelto en barras y estrellas, hablar con Putin de
lo nuestro.
Café,
tostadas con mantequilla de cacahuete y mermelada de frambuesa, esa, en la
juventud del día, mientras decido qué he de firmar, guerras expandiéndose de
oriente a occidente, nubes de oro sobre la sangre ajena, diarios con
salpicaduras de ojén, extractos de esferas de calor y los congresistas aplaudiéndome
mientas viajo en tranvía, bajo una sábana luminosa quiero que Marilyn me
susurre míster Presiden.
Envejecer
el lienzo sobre el que sueño, obtener pigmentos, disolver tinta china sobre
tinta vieja, someter al horno la tela donde dibujo este proyecto, pegar pelos
de castor canadiense de pinceles ajenos, manipular, elaborar mi candidatura,
con un pájaro en la boca quiero ser Presidente (de los Estados Unidos de
América), quiero una Lewinsky que saque lo mejor de mí.
Van
Meegeren consiguiendo craquelados peculiares de cuadros de turbios anocheceres
del siglo XVIII, ser el primero en la cola que hacen los valientes cuando
mueren un dictador (Sanguinetti said), orgullo en las arterias, espejos
inmóviles, escaleras de piedra y mimbre, balcones amarillos, votantes
enajenados, damas de mediana edad con angustia vital, vitalicia, tener la
facultad de pulsar un botón negro y mandar el mundo a picar billetes, quiero
ser Presidente de los Estados Unidos de América.