A jazz jam session takes place at photographer Gjon Mili's studio loft in New York City, 1943.


sábado, 31 de julio de 2021

En el pozo.

 


Bajar al pozo.
Saltar.
De cabeza.
Sin pensarlo.
Sin poder pensarlo.
Estar allí.
Solo.
En lo oscuro.
Animal saciado
de oscuridad.
Angustiado.
Sin estrellas.
Nadie asoma.
Por siempre.
Caído.
En cautiverio.
Sin alondras.
Ahíto
De sombras.
Grito inútil.
Prisión voluntaria.
Sin memoria.
Pared que sangra.
Tiempo ahogado.
Herido de miedo.
En silencio.
Dolorido.
Sin paisajes.
Soledad tenaz.
De piedra.
En el pozo.
Solo.

viernes, 30 de julio de 2021

Bajo el olmo.




Es casi agosto y nieva fuera, o dentro, no recuerdo, no llegan cartas, las que llegan (oh, glups, ayer dije que aquí no hay cartero) se atoran en el tornillo del buzón y se rompen en regulares tiras de papel, matemáticos pedazos que me impiden leer, empiezo por mi querido Pedro y ahí se corta, sigo con no me llames, me aburro (es Marie la que escribe, creo) y hago zapping por las cadenas de televisión de mañana, incluso de pasado mañana (estoy siguiendo “Better call Saul”) . Nieva fuera y alrededor todo está blanco como un cuaderno donde anoto que nieva, aunque me lo invento en este final de julio que sube y baja y he perdido el pulso del enfermo (de hastío), seguro que se muere y lo inmortalizan subido en un caballo de bronce con una antorcha en el brazo extendido, metáfora de la muerte, o de la libertad, o de la libertad muerta, demasiado complicado y bien abrigado me siento bajo el olmo a leer a Gómez-Jurado (ay, señor, con lo que yo era)

jueves, 29 de julio de 2021

Aquí

 



Marie, aquí no hay cobertura, este es el fin del mundo, te escribo pero –te lo juro- lo que quisiera es compartirlo contigo delante de un taza con chocolate, churros y un vaso de agua fría con limón y menta, quedarnos en silencio mirándonos a los ojos y escuchar el zumbido del mundo mientras da estas absurdas vueltas y vueltas aunque -qué cosa más curiosa- no nos caemos. Las palabras no sirven para expresar el vacío y aquí andamos entre lo que pensamos, lo que sí, lo que no y esta espesura de sentimientos que nos desconcierta, un maltraer de emociones, un atisbo de otra realidad. Te escribo y aquí no hay cartero, quisiera contarte la soledad, el dolor en el pecho, el caminar sin rumbo fijo de cada mañana, los perros que quieren salir a correr por la playa. Aquí no hay tiempo, amanece y al rato ya no hay sol, aquí no hay memoria, ni siquiera recuerdo si te quiero. ¿Lo quieres con azúcar?, el chocolate. 

miércoles, 28 de julio de 2021

Lorrie Moore

 


 "El cura sólo aludía a Dios de forma muy imprecisa, en unos términos que hacían que Dios pareciera un diseño y una fuerza, pero también un poco indiferente a nuestros destinos y por lo tanto imposible de adorar. Como un sistema ferroviario. Te podía llevar adondequiera que te dirigieses, a cualquier sitio. ¡Una empresa de transportes! Sin embargo, no estaba dispuesto a corresponder a tu devoción con amor."


Lorrie Moore

 Al pie de la escalera


Repe

 

De cuando cambiábamos cromos. 
Repe, repe, repe, repe. 
Pues eso, los tengo. 
Repe.
Así lo siento.

Me aburro (Homer Simpson)


martes, 27 de julio de 2021

Andrés Neuman

 


 "Me gusta que no hagamos las cosas que no hacemos. Me gustan nuestros planes al despertar, cuando el día se sube a nuestra cama como un gato de luz, y que no realizamos porque nos levantamos tarde por haberlos imaginado tanto. Me gusta la cosquilla que insinúan en nuestros músculos los ejercicios que enumeramos sin practicar, los gimnasios a los que nunca vamos, los hábitos saludables que invocamos como si, deseándolos, su resplandor alcanzase nuestros cuerpos. Me gustan las guías de viaje que hojeas con esa atención que tanto te admiro, y cuyos monumentos, calles y museos no llegamos a pisar, fascinados frente a un café con leche. Me gustan los restaurantes a los que no acudimos, las luces de sus velas, el sabor por venir de sus platos. Me gusta cómo queda nuestra casa cuando la describimos con reformas, sus sorprendentes muebles, su ausencia de paredes, sus colores atrevidos. Me gustan las lenguas que quisiéramos hablar y soñamos con aprender el año próximo, mientras nos sonreímos bajo la ducha. Escucho de tus labios esos dulces idiomas hipotéticos, sus palabras me llenan de razones. Me gustan todos los propósitos, declarados o secretos, que incumplimos juntos. Eso es lo que prefiero de compartir la vida. La maravilla abierta en otra parte. Las cosas que no hacemos."

 

Andrés Neuman

Hacerse el muerto


Arden los campos


En Castilla arden los campos de cereales, fuera o dentro, no recuerdo dónde lo he escuchado, una pena borbotea en el jarro bajo la fuente de la plaza, lugareños con sombreros de paja mirando a las lagartijas que suben por la pared del cementerio, el cura vociferando en el púlpito y el río se ha evaporado de  cangrejos y verde. Aquí no llegan aquella cartas que caían como lluvia aunque ya no llueve, lástima, justo ahora que he aprendido a leer las letras borrosas, la sintaxis extraña, la tinta diluyéndose en papel portugués, saudades de verano, nostalgias de otros veranos Ahí fuera está el mar, azul a ratos,  negro otros, fuera o dentro, escribo sin pararme a  ver/leer qué demonios quiero decir, si quiero decir o si esto es solo cumplir mi absurdo empeño de seguir aquí.   Lo último.

lunes, 26 de julio de 2021

Ausente

 

L'homme qui court, Paris (The Running Man, Paris), Sabine Weiss, 1953

He vuelto a buscarme y hoy tampoco estaba. ¿Sabes? He comenzado a preocuparme. Después de mirar por los rincones, bajo las alfombras, en los cajones de los armarios, sé que no estoy. Quizás he salido y no he regresado, sigo de viaje, un viejo de viaje, merezco una reprimenda por no avisar, por provocar angustia con mi ausencia. Fortuna dilapidada, durante una época fui nadie, ahora soy menos, invisible, no estoy, no soy, esta es una voz surgiendo de las sombras de lo cotidiano, del alimento que envenena con efervescencia.

Miento, este que habla no soy yo.

(Se apaga la luz, salen los gnomos, desconectan los monitores, cesa el runrún de los ordenadores y las salamandras juegan en el fuego, a espaldas de la noche. No somos nada. Quisiera no haber escrito esto)

domingo, 25 de julio de 2021

Ante la ley

 



 Ante la Ley. 

Franz Kafka, 1914


Ante la Ley hay un guardián. Hasta ese guardián llega un hombre del campo y le pide ser admitido en la Ley. Pero el guardián dice que por ahora no le puede permitir la entrada. El hombre se queda pensando y pregunta si le permitirán entrar más tarde. «Es posible», dice el guardián, «pero ahora no.» Viendo que la puerta de acceso a la Ley está abierta como siempre y el guardián se hace a un lado, el hombre se inclina para mirar al interior a través de la puerta. Cuando el guardián lo advierte, se echa a reír y dice: «Si tanto te atrae, intenta entrar pesé a mi prohibición. Pero ten presente que yo soy poderoso. Y solo soy el guardián de menor rango. Entre sala y sala hay más guardianes, cada cual más poderoso que el anterior. Ya el aspecto del tercero no puedo soportarlo ni yo mismo». Con semejantes dificultades no había contado el hombre del campo; la Ley ha de ser accesible siempre y a todos, piensa, pero cuando observa con más detenimiento al guardián envuelto en su abrigo de pieles, con su gran nariz puntiaguda, su larga barba tártara, rala y negra, decide que es mejor esperar hasta conseguir el permiso de entrada. El guardián le acerca un taburete y le permite sentarse al lado de la puerta.


Allí se queda sentado días y años. Hace muchos intentos por ser admitido, y cansa al guardián con sus ruegos. El guardián lo somete con frecuencia a pequeños interrogatorios, le pregunta sobre su país y muchas otras cosas, pero son preguntas hechas con indiferencia, como las que hacen los grandes señores, y al final le repite una y otra vez que aún no puede dejarlo entrar. El hombre, que se había provisto de muchas cosas para su viaje, lo utiliza todo, por valioso que sea, para sobornar al guardián. Este le acepta todo, pero al hacerlo dice: «Lo acepto solo para que no creas que no lo intentaste todo».


Durante esos largos años el hombre observa al guardián casi ininterrumpidamente. Se le olvidan los otros guardianes y este primero le parece el único obstáculo para entrar en la Ley. Durante los primeros años maldice el lamentable azar en voz alta y sin miramientos; más tarde, a medida que en-vejece, ya solo farfullando para sus adentros. Se comporta como un niño y como al estudiar al guardián durante tantos años ha llegado a conocer incluso a las pulgas del cuello de su abrigo de piel, también pide a las pulgas que lo ayuden y hagan cambiar de opinión al guardián. Por último se le debilita la vista y ya no sabe si la oscuridad reina de verdad a su alrededor o solo son sus ojos que lo engañan. Pero entonces advierte en medio de la oscuridad un resplandor que, inextinguible, sale por la puerta de la Ley. Le queda poco tiempo de vida. Antes de su muerte se le acumulan en la cabeza todas las experiencias vividas aquel tiempo hasta concretarse en una pregunta que todavía no le había hecho al guardián. Le indica por señas que se acerque, pues ya no puede incorporar su rígido cuerpo. El guardián tiene que inclinarse profundamente hacia él, porque la diferencia de tamaño entre ambos ha variado muy en detrimento del hombre. «¿Qué más quieres saber ahora?», pregunta el guardián, «eres insaciable.»

«Todos aspiran a entrar en la Ley», dice el hombre, «¿cómo es que en tantos años nadie más que yo ha solicitado entrar?» El guardián advierte que el hombre se aproxima ya a su fin y, para llegar aún a su desfalleciente oído, le ruge: «Nadie más podía conseguir aquí el permiso, pues esta entrada solo estaba destinada a ti. Ahora me iré y la cerraré».


(traducción de Juan José del Solar, Adan Kovacsics y Joan Parra Contreras)




De una frase en un capítulo de “The Good Fight” recordé este “Ante la Ley” de Kafka. De ahí volví a “El Proceso” y me vi anoche la película de Orson Welles. Después comprobé que en 1962 no estaba aún para procesos y que hay cosas (incluso personas) que envejecen mal y que el arte tiene normas que están para incumplirlas y que siempre hay tiempo para aprender, para sorprenderse, para saber, y que Kafka, quizás a su pesar, dejó una obra magistral. 



Los chicos de las taquillas

 



Los chicos de las taquillas

Un poco antes de Murakami (Haruki), había otro Murakami (Ryu). Resulta que este señor tenía cierto éxito con sus novelas, ganó algún premio y además de dirigir cine tocaba la batería en un grupo. Veo una reseña de “Los chicos de las taquillas” en una revista de rock y me lo leo (así soy).  No me gusta demasiado el manga (soy de una generación anterior) (¿anterior a qué?) pero esta novela debe ser algo así (manga). Es increíble la imaginación de este Murakami para proponer y describir acciones insólitas, situaciones sorprendentes, crueles, surrealistas, muy bestias, negras, desesperanzadoras, absurdas, perfectamente ensambladas en un relato que no deja descanso al lector, que le lleva  a un mundo más allá de lo habitual, de lo cómodo. No es un libro fácil, no, ni corto, pero si te dejas arrastrar por la capacidad de invención de este Ruy Murakami sentirás que has entrado en otra dimensión de la literatura japonesa, lejos de  Hiromi Kawakami, Kyoichi Katayama, Kenzaburō Ōe (por ejemplo) pero más cerca de lo que parece del otro Murakami (Haruki). 

Tú: “bueno, qué, ¿la leo o no?”. Yo: “no la leas excepto que seas japonés. Tú: “¿No te ha gustado o qué? Yo: Me ha gustado pero yo soy algo japonés.




Aviso: Otro día hablaré del   roman porno (entendido como un subconjunto del pinku eiga, un género de producciones eróticas que conoció su apogeo en el cine japonés desde mediados de los 60 hasta principios de los 80). 
En realidad les hablaré de Confidential: Secret Market ((Maruhi) shikijō mesu ichiba, Noboru Tanaka, 1974)

Prepárense.



sábado, 24 de julio de 2021

De la biología a la psicología.

 

Freud disecciona anguilas entre el heno y el cieno. Después las dibuja, sinuosas y elementales, años antes de interpretar los sueños, el Ich, el Überich.

Sueño que nado en un río turbulento y negras anguilas de tiempo me rozan, me angustian.

No sé interpretar qué significa, no sé diseccionar mis sueños, ni dibujarlos, muchas veces se escabullen en la madrugada.

Sueño, vivo y un río me lleva.

viernes, 23 de julio de 2021

Las mujeres que aman las plantas

 


 "En una ocasión Sidonie [madre de Colette] le escribió que, por desgracia, no podía ir a verla, ya que su  cactus rosa florecería próximamente. 'En nuestro clima ―le decía― sólo da flores cada cuatro años. Soy ya una mujer muy anciana, y si partiera ahora, sin duda no lo vería florecer de nuevo.' Colette publicó la carta en su autobiografía y añadió: 'Soy la hija de la mujer que escribió esta carta'."

Claudia Lanfranconi, Sabine Frank

Las mujeres que aman las plantas


jueves, 22 de julio de 2021

Truman Capote

 


"No quiero poseer nada hasta que encuentre un lugar en donde yo esté en mi lugar y las cosas estén en el suyo. Todavía no estoy segura de dónde está ese lugar. Pero sé qué aspecto tiene."



Truman Capote

Desayuno en Tiffany's



 "―Por cierto ―dijo―, ¿no conoces por casualidad alguna lesbiana que sea buena chica? Estoy buscando una compañera de apartamento. (...); y, la verdad, las tortilleras son unas amas de casa fantásticas, les encanta encargarse de todo, no tienes que preocuparte jamás por las escobas ni por descongelar la nevera o mandar la ropa a la lavandería. Como aquella compañera de habitación que tuve en Hollywood, (...) Claro, la gente pensaba que yo también debía de ser un poco tortillera. Y lo soy, claro. Todo el mundo lo es, un poco. ¿Y qué? (...)"


Truman Capote

Desayuno en Tiffany's


Corintios.



Aleluya.
Seguimos.
Comamos y bebamos porque mañana moriremos.
Quinta ola del covid 19.
No aprendemos nada.
Menos mal que tenemos a jueces y políticos para llevarnos por el buen camino.
Amén.


 


miércoles, 21 de julio de 2021

Maestro Eckhart

 



El silencio (con artículo). Soledad (así, a pelo). (UNO) Sermón de Taulero sobre la oración a partir de la Carta Primera de san Pedro que dice: Tened los mismos sentimientos de oración (I P 3,8). (DOS) “Entra en ti mismo, vuelve sin cesar y siempre a tu unidad interior y goza de Dios. Permanece firme y no te des por satisfecho hasta que no hayas conquistado, en el tiempo, el actual presente de la eternidad, tanto como sea posible a la debilidad humana.” (Vida c.49, 289), esto es de Enrique Susón (en realidad Heinrich Seuse). Recojo estas  referencias para introducir a Eckhart que es el inspirador de esto en el ocio y  hastío dominical (Wikipedia dice): Eckhart de Hochheim (Turingia, c. 1260 - c. 1328), más conocido como Maestro Eckhart, fue un dominico alemán, conocido por su obra como teólogo y filósofo y por sus escritos que dieron forma a una especie de misticismo especulativo, que más tarde sería conocido como mística renana. Es llamado Meister en reconocimiento a los títulos académicos obtenidos durante su estancia en la Universidad de París. Fue maestro de teología en París en diversos períodos y ocupó varios cargos de gobierno en su Orden, mostrándose especialmente eficiente en su asistencia espiritual a la rama femenina dominica. Fue el primer teólogo de la Universidad de París en ser sometido a un proceso por sospecha de herejía.1 Condenadas algunas proposiciones de su obra por Juan XXII, fue rehabilitado por la Congregación para la Doctrina de la Fe en 1992. Pregunto ¿qué tiene que ver la mística alemana con lo que escribo? Respondo: nada. Entonces, esto ¿a qué viene?. Respondo: a que hay niebla y no puedo ir a la playa. A lo divino opongo el vacío. La Soledad (con artículo). Silencio (a pelo). Ojalá que no llueva café en el campo. Ni aquí.   



Maestro Eckhart

martes, 20 de julio de 2021

Simon Leys

 


No hablaría tanto sobre mí mismo
si hubiera otra persona a quien conociera tan bien.
Thoreau

“La mayoría de la gente es otra gente —decía Oscar Wilde—. Sus pensamientos son la opinión de otra persona; su vida es una imitación; sus pasiones, una reproducción… Solo existe un modo de desarrollar la propia alma y consiste en despojarse de la cultura”.
En efecto, muchos florilegios me recuerdan a un conocido mío bastante taciturno que tenía anotado un repertorio de chistes en una libretita y cada vez que le invitaban a algún sitio, antes de salir, se ponía a memorizar una docena de anécdotas y chascarrillos con la esperanza de poder deslumbrar a sus anfitriones con los fuegos artificiales de su ingenio.
Sin embargo, un florilegio no tiene por qué estar inspirado necesariamente en el deseo patético de impresionar a los demás por medio de esa pátina de apariencia de la que Wilde se burlaba con razón. También puede reflejar una realidad que Alexandre Vialatte captó con precisión: “El mayor servicio que nos brindan los grandes artistas no consiste en ofrecernos su verdad, sino la nuestra”.
Una antología que reuniera citas elegidas solo por su elocuencia, su profundidad, su chispa o su belleza correría el riesgo de ser aburrida, interminable e incoherente. Su unidad interna no debe provenir más que de la personalidad y los gustos del compilador, y ofrecer una especie de reflejo de ellos. Al adoptar criterios de selección de una idiosincracia tan deliberada, el compilador no cae en la tentación del narcisismo, sino que simplemente observa un principio de organización y de economía.

Simon Leys
Introducción a Ideas ajenas
Canberra, abril de 2005
Editorial: Confluencias
Traducción: Teresa Lanero


“Una antología que reuniera citas elegidas solo por su elocuencia, su profundidad, su chispa o su belleza correría el riesgo de ser aburrida, interminable e incoherente. Su unidad interna no debe provenir más que de la personalidad y los gustos del compilador, y ofrecer una especie de reflejo de ellos.”

– Simon Leys

Los sobornados



Los sobornados

Director: Fritz Lang

Título Original: The Big Heat / Año: 1953 / País: Estados Unidos / Productora: Columbia Pictures /  Duración: 90 min. / Formato: BN - 1.37:1 Guión: Sydney Boehm (Novela: William P. McGivern) / Fotografía: Charles Lang / Música: Daniele Amfitheatrof  Fecha estreno:  14/10/1953

Reparto: Glenn Ford, Gloria Grahame, Jocelyn Brando, Alexander Scourby, Jeanette Nolan, Lee Marvin, Peter Whitney, Willis Bouchey, Robert Burton, Adam Williams, Howard Wendell, Chris Alcaide


Pues eso, que tampoco les voy a contar cada película que veo. Bueno, va, sí, un poco. La cuestión es que “Los sobornados” es de 1953 y entonces no pero recuerdo alguna escena (una en concreto) bastantes años después cuando la vi en un cine de sesión doble y en algún ciclo de la 2. Hoy la he visto con otros ojos (claro). Cine negro en estado puro. Fritz Lang (pero si no tiemblas tampoco me voy a poner pedante). Y Glenn Ford (nunca me ha gustado demasiado, no como actor, no, sus personajes). Gloria Grahame (me quito el sombrero). Lee Marvin (me lo vuelvo a poner para quitármelo otra vez, aquí con 29 añitos, casi 1,90 y una voz grave y peculiar). El resto de actores. La fotografía (un curso completo de iluminación). La música. El guión. Etcétera. “Ya, pero es muy antigua, jo, en blanco y negroY”. ¡Es el cine, estúpido! Debería ser obligatorio (solo para muy aficionados al cine) ver una de estas películas una vez a la semana, para recordar qué era y quienes éramos (la sociedad, las costumbres, nosotros), para aprender, para saber que no hay nada nuevo (ahora), que el copia y pega lo copian de algún sitio (de películas como esta). Pues eso, en Filmin, un manjar para cinéfilos de vacaciones y con tiempo.


lunes, 19 de julio de 2021

Es esta (mi verdad)


La estrella. Viaje al interior. Las esperanzas abortadas. Los que se quedaron en el camino. Las contradicciones. Un vaso de vino para los redimidos.  


El arroyo. La edad como un factor sometido al azar, a la fortuna, la suerte de haber llegado, el sabor a cenizas del fracaso, el efímero éxito. 


La espiga. Iluso por creer que ella vería tus lágrimas. El milagro como un experimento de magia. El sudor del trabajo sobre la sábana. La amargura.


La cabeza cornada. Un altar sobre el que dejar las ofrendas no sangrientas, otro para los sacrificios del carnero. El puñal de la duda entrando en el alma. 


El cuenco. Los peregrinos arrastrando el duelo, sus penas, mendigando compasión, repitiendo la escena en cada pueblo que cruzan. Prisionero de mis propios errores enseñando una y otra vez las llagas de las manos. 


El pie. En la penumbra de la ermita de san Juan de Gaztelugatxe suena la campana que avisa a los pescadores. Apóstoles incrédulos hurgan en el pecho de lo que escribo. 


El cuerpo amortajado. Las blasfemias, las monedas para pagar a los traidores, el prisionero escribiendo con sus heces en las paredes de la celda. Esperanza de Uruk. 


No necesito esta mentira para contar mi verdad

Es esta. 


domingo, 18 de julio de 2021

José Ángel Valente, Diario anónimo (1959-2000)

 


15 DE JUNIO DE 1980. Barthes y el fragmento. Sobre todo en Fragmentos de un discurso amoroso.

Dice en Roland Barthes par lui-même: 《Aimant à trouver, à ecrire des débuts, il tend à multiplier ce plaisir: voilà pourquoi il écrit des fragments: autant de fragments, autant de plaisirs (mais il n`aime pas les fins: le risque de clausule rhétorique est trop grand: crainte de ne savoir résister au dernier mot, à la dernière réplique)》*.

* 《Como le gusta encontrar, escribir comienzos, tiende a multiplicar ese placer; es la razón por la que escribe fragmentos: mientras más fragmentos escribe, más comienzos y, por tanto, más placeres (pero no le gustan los finales: es demasiado grande el riesgo de la cláusula retórica: teme no saber resistir a la última palabra, la última réplica)》.


José Ángel Valente, Diario anónimo (1959-2000). 
Edición de Andrés Sánchez Robayna. 
Galaxia Gutenberg.

Mare of Easttown




Esta es una serie muy humana. La cuarta definición del RAE sobre  humana es: Comprensivo, sensible a los infortunios ajenos. Más allá de muertes, misterios, policía, intriga, thriller, el genero que uno  quiera, esta es una serie para enmarcar, para disfrutar, para comprender, para emocionarte (al menos yo  me he emocionado, debe ser la edad). Kate Winslet está simplemente perfecta, hace tan bien su papel, tan dentro, que parece que fuera de la serie es Mare la que interpreta a Kate. Bien, el guión, es un exceso, sin mostrar nada que no hayamos visto ya en otras series tiene tal fuerza, imaginación, profundidad, emoción y ritmo que no puedes dejar de ver un capítulo tras otro (son 7. En HBO). La recomiendo sin lugar a dudas. Ustedes la ven y luego hablamos.


sábado, 17 de julio de 2021

Parker (V)

 


     A Parker le sugieren reposo, soledad. Se ha quemado la tarde y apresura el  paso para llegar a casa antes del toque de queda de las diez (al pasar junto al hotel cerrado por la pandemia ve a un hombre tumbado frente a la puerta, a su lado una pierna ortopédica, una escena digna de Buñuel) (¿Quién es Buñuel?) El proceso de sanar un corazón herido es lento (en el dibujo de las baldosas del cuarto de baño ve la cabeza de un león, si cierra un poco los ojos ve un guerrero griego). Recuerda cómo le gustaban a Marie los caramelos de Santiaguito (por si se han perdido capítulos anteriores Marie se fugó en octubre con un pirotécnico balear), cómo se chupaba los dedos cuando tiraba el envoltorio por el retrete, cómo le molestaba el ruido que hacía al masticarlos (Marie). Al no poder asistir a conciertos, a la ópera, al fútbol,  a la democracia orgánica, se ha apuntado a un partido no político, por correspondencia, paga cinco euros al mes y le han garantizado que no volverá a votar (el lunes recibió un aviso, sube la cuota a 6,50€, la pagará igual). Hoy se ha perdido el aullido general pero no se puede estar en todos los sitios a la vez (excepto que seas omnímodo, pero ese puesto está muy solicitado). Parker ha tapiado las ventanas y está construyendo un trampolín para el balcón, uno no sabe cuando deberá demostrar su maestría en el salto del ángel.(y así puedo seguir acumulando frases y frases con la certeza de que me liberan –y a Parker- y que en realidad julio es un mes en el que se puede escribir lo que se quiera con la certeza de que The New York Times no te va a pedir una colaboración).

viernes, 16 de julio de 2021

Sonia López de Arteaga


Sonia López de Arteaga era/es una aspirante a la felicidad. Anduvo buscándola en la contradicción, no estaba ahí. En la litografía menos. También tonteó con la arquitectura, la meteorología y aquello de los pájaros y el amor a los semejantes. Nada (en realidad no encontraba semejantes) Se dedicó al sexo por ver si de chiripa eso era, no, después de algunos coitos placenteros decidió volver a la espera. Sigue sentada detrás de su pared (tengo su teléfono)


jueves, 15 de julio de 2021

La ceremonia.

 


Exceso de oferta. Plataformas. No sabe uno qué escoger. En un arranque de progre desnortado opto por Chabrol, ya ves. La ceremonia (1995).  Sandrine Bonnaire hace de seria con misterio. Isabelle Huppert hace de alegre  con pasado negro. Jacqueline Bisset es guapa y está ahí. A Jean-Pierre Cassel le he visto actuar mejor. Chabrol hace de sí mismo, dirige estas cosas de la burguesía, clases sociales  y Hitchcock y Chabrol. 1995 está muy lejos y además he escogido  la versión (mal) doblada al castellano, me sonaba falsa,  ya que he empezado me la he visto, yo qué sé. Plataformas. Exceso de oferta (también de tiempo libre por las vacaciones, o así). Resumiendo: puedo intentar un análisis más profundo, más currado pero no tengo fuerzas (ahora). Lo mejor (en serio), el último minuto de la película, genial.

martes, 13 de julio de 2021

El agente topo.

 


“Un nuevo James Bond jamás visto en el cine” dice una de las frases publicitarias de esta película. ¡La madre que lo parió! Quién la escribió tiene el gusto y la sensibilidad en el culo (o le obligó la agencia). Me decido a verla pensando en una comedia divertida, no lo es, es un documental conmovedor, demasiado, sencillo, humano (utilizo humano para definir la vida misma, dulcificada), que denuncia (o expone) la situación de un grupo de personas mayores, sobre todo señoras, que de forma natural pero demoledora nos hablan de SOLEDAD, de conformidad, de abandono, del deterioro físico y mental por los años, también de sueños, de esperanza, de mantener unos principios. Quien visite residencias de ancianos con frecuencia la sentirá en lo más hondo, quién no, podrá asomarse a realidades que están ahí y que duelen (o no, yo qué sé, quizás alguien se quede con eso de “nuevo James Bond”). 

Sergio Chamy no actúa, seguro que es así, sensible, tierno, íntegro, con empatía, inteligente, una buena persona. Y aquí me quedo porque quiero  seguir emocionado un rato más. Gracias Maite Alberdi.






jueves, 8 de julio de 2021

M

 M, el hombre del siglo es una obra monumental, extensa, dura, escrita con un estilo implacable, para lectores pacientes interesados en la literatura y en la historia. Imprescindible para quien quiera conocer la figura de Mussolini, su creación del Fasci italiano di combattimento, la historia de Italia en unos años dramáticos  en los que, por desgracia, reconocemos muchas de las situaciones actuales.

Hacía tiempo que no disfrutaba y sufría tanto con un libro. 



miércoles, 7 de julio de 2021

Hamlet

 


En "Hamlet", Polonio dice a Laertes :

" Trata de guardar en la memoria estos pocos preceptos. No des voz a tus pensamientos, ni acto a un pensamiento desmesurado. Sé familiar, pero en modo alguno vulgar. Los amigos que tengas, habiendo sopesado su adopción, vincúlalos a tu alma con aros de acero, pero no te embrutezcas con el primer camarada recién salido del nido e imberbe. Guárdate de entrar en una disputa, pero, si estás en ella, haz que tu oponente se guarde de ti. Presta oído a todos los hombres, pero a pocos tu voz. Acepta la censura de cada hombre, pero reserva tu juicio. Que tu hábito muestre la riqueza de tu bolsa, pero no la exhiba según la moda; sea rica, no recargada; porque la vestimenta suele proclamar al hombre, y en Francia los de mejor rango y naturaleza son los maestros más selectos y generosos en esto. Ni prestes ni pidas prestado, puesto que un préstamo suele perderse y perder al amigo, y pedir empaña el filo de la economía. Esto sobre todo : sé honesto contigo mismo y se seguirá , como la noche al día, que no puedas ser falso a ningún hombre "

William Shakespeare (1564-1616)

martes, 6 de julio de 2021

Dionisio Ridruejo

 

Nel Erasmus 

Serena tú mi sangre, clara fuente

 

Me está dejando casi sin entrañas

este tremendo amor enarbolado

-¡Oh, páramo de ardores dilatado!-

en que escucho mis voces como extrañas.

Serena tú mi sangre en las cabañas

íntimas de tu ser y tu cuidado,

y guárdame en el aire enamorado

con que a veces mi dolor engañas.

Si mi lumbre te duele, ¡Oh, clara fuente!,

yo borraré los húmedos celajes

que tus párpados prenden tibiamente.

Volveré a tus cielos sus paisajes

clavándote en los ojos hondamente

los mansos huertos de mi ardor salvajes.

 

Dionisio Ridruejo

lunes, 5 de julio de 2021

Pere Gimferrer

 


 Ven hasta mí, belleza silenciosa,

talismán de un planeta no vivido,

imagen del ayer y del mañana

que influye en las mareas y los versos;

ven hasta mí y tus labios y tus ojos

y tus manos me salven de morir.

 

Pere Gimferrer




domingo, 4 de julio de 2021

- Nelly Sachs

 


 

Cuántos mares se anegan en la arena,

 cuánta arena endurecida en la piedra,

cuánto tiempo plañido en la trompa sonora

de las caracolas,

cuánta desolación de muerte

en los ojos perlinos de los peces,

cuántas trompetas de la aurora en los corales,

cuántas pautas estelares en el cristal,

cuántos gérmenes de hilaridad en la laringe de las gaviotas,

cuántas hebras de añoranza

recorren las trayectorias nocturnas de las constelaciones,

cuánta fecunda madre tierra

para las raíces de la palabra:

tú—

detrás de todas las rejas de los misterios

que se derrumban

tú—

 

- Nelly Sachs

incluido en 21 poetas alemanes , 

Visor Libros, Madrid, 1980, se

lección y traducción de Felipe Boso.


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