Historias de Ramírez

 

Mi vida, tengo turno de tarde, el viernes, a las 9, en tu casa, te anhelo.

Ramírez decide aprovechar la mañana y se va al monte. Las primeras rampas son menos duras colgado a Spotify (Walk Away Renee · Jimmy LaFave). Apenas se ha cruzado con dos o tres montañeros madrugadores que ya están bajando.  Suena otra canción por los auriculares (Motherless Child · Jimmy Scott). Se la tengo que cantar a Marie. Piensa en ella, en cómo acariciará su espalda este viernes, cómo buscará sus muslos. Mira el móvil. Aún no me ha contestado.  Al encarar la zona de rocas se para. Mierda, me he dejado el Mac abierto. Mira Gmail. No la envié. Se da la vuelta y empieza a bajar la cuesta, rápido. Que no se le ocurra a Carmen mirar el portátil, que no lo mire, lo que me faltaba. Ahora Ramírez corre, duda en llamar a Carmen. ¿Qué le digo?, sospecharía algo. Llega al coche (ni se da cuenta que Spotify sigue con Something to lose . Matt Andersen).

-Hola, cariño, llegas pronto, tienes mala cara ¿te encuentras bien?

-Sí, Carmentxu, hacía frío, me he vuelto.

-Vale.

Ramírez va hacia el Mac, Está como lo ha dejado. Envía el correo y lo cierra. Suspira. De esta me he salvado.

Cariño.

¿Sí?, dime Carmen, cielo.

Si te contesta esa amiga que tienes los viernes me avisas y si vas no vuelvas, cacho cabrón.