domingo, 29 de agosto de 2021

Edward Hirsch

 


Una noche de agosto de 2011, cuando un fuerte huracán se abate sobre Nueva York, Gabriel, el hijo del poeta Edward Hirsch, desaparece. Tres días más tarde, los padres descubren que su hijo de veintidós años murió de un paro cardíaco tras ingerir una droga de diseño. De esta pérdida nace Gabriel: un poema, un demoledor poema que desde el primer verso, y sin rodeos ni concesiones al sentimentalismo, sumerge al lector en el duelo del poeta, o más bien, en la trágica experiencia de tener un hijo y perderlo. Hirsch escribe sobre Gabriel, el niño inquieto y joven impulsivo, y sobre su muerte, a lo largo de versos que avanzan vertiginosamente, mezclando temporalidades y fracturando por completo el hilo narrativo y el esquivo retrato del hijo. Versos donde su experiencia se entrelaza con la de otros poetas que, como él, enterraron a sus hijos y buscaron desesperadamente el modo de poner en palabras una pérdida que se resiste a ser nombrada. Con Gabriel: un poema, Hirsch retoma la larga tradición de la elegía, tantas veces visitada, para renovarla. Como en este tipo de composición clásica, en su poema hay lugar para la memoria, para el homenaje y para la culpa, pero ya no hay Dios ni consuelo. La pena, en Hirsch, no cesa. Simplemente, se transforma. Y da origen a un libro brillante por la lucidez y la crudeza con las que está escrito; terrible por todo el dolor que contiene.


El director de la funeraria abrió el ataúd
Y ahí estaba él solo
De cintura hacia arriba

Me acerqué a mirar su rostro
Y por un momento me sorprendí
Porque no era Gabriel:

Era solo algún pobre chico
Con su rostro como una habitación
Que hubiera sido vaciada

Pero entonces me fijé con más cuidado
En sus pesados párpados
Y en la delicadeza de sus rasgos

Él que siempre había*

tenido un sueño tan liviano
Ahora estaba extrañamente quieto
Mi muchacho insensato

Vestido para una ocasión especial
Le gustaba ese traje azul marino
Y exhibirlo delante del espejo

Le gritaron Ey colega
En una calle de Northaptom
Te ves muy elegante con esa ropa nueva

Le encantaba cómo se veía
Después de haber dejado las pastillas
Que nublaban su mente

Se quedaba asombrado
Al verse en los espejos de las tiendas y en puertas giratorias
Que le devolvían su reflejo

Ahora se veía rígido y distante
Como si estuviera yendo a un funeral
En un viernes de inicios de septiembre

Edward Hirsch (Chicago, Estados Unidos, 1950) es poeta y ensayista. Ha publicado nueve libros de poesía, entre los que destacan For the Sleepwalkers (1981), Wild Gratitude (1986), Earthly Measures (1994) y la antología The Living Fire (2010). Gabriel: un poema (2014) es su obra más reciente. Hirsch, a su vez, ha publicado varios ensayos sobre poesía donde la vocación divulgativa se conjuga con una fina erudición, como How to Read a Poem and Fall in Love with Poetry (1999), un título que fue un éxito de ventas en Estados Unidos. Como crítico de poesía, ha colaborado con importantes medios estadounidenses. Sus libros de poesía han sido recibidos con mucho entusiasmo por la prensa especializada y por críticos de la talla de Harold Bloom. Afincado en Brooklyn, Hirsch preside la John Simon Guggenheim Memorial Foundation en Nueva York.

https://kriller71ediciones.com/edward-hirsch-gabriel-un-poema/#

1 comments :

eli mendez dijo...

El poema es grandioso como imaginar la intensidad de un dolor semejante.
A veces la escritura es la unica medicina.

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