Juegos de tablero.
Todo iba como debía pero de pronto alguien mueve una ficha y se cambia el panorama, el tablero, incluso el juego. Ya no sé a qué juego.
Me dirás que esto es la vida misma y que no hay que confundir una cosa con otra. Tienes razón, pero llevo tiempo confundido.
Que me he quedado en el yo/mi/me/conmigo y no veo más allá, que el miedo es libre y el bosque se ha llenado de lobos.
Vale, que no sé por dónde me pega el aire, lo sé, pero es que he pasado de brisa a viento fuerza siete y no hay quién soporte el inicio de vendaval. Qué será cuando venga (no es una pregunta, me aviso).
4 comments :
Ya no sabemos a qué jugamos, continuamente nos cambian las reglas de juego y convierten el tablero en un plano inclinado en el que todo resbala.
La vida misma resbala mientras nos preguntamos por su sentido. La vida es un "ir tirando".
Saludos
Francesc Cornadó, los has definido perfectamente, vamos cuesta abajo ( y sin frenos). Tiempos complejos (pero nunca han sido fáciles). La cuestión es aprender de la historia, “esto” de ahora no es nada que no haya ocurrido antes. Adaptarse y aguantar, procurar disfrutar de los días y p´alante. Saludos.
Pues sí, es la vida, cuando crees que tienes los pies bien firmes en el terreno y que, por fin, te has aprendido todas las puñeteras reglas, alguien te tira de la alfombra y al suelo que nos vamos.
Beauséant, otra imagen bien curiosa es la de las arenas movedizas. En las películas de catequesis daban mucho juego. Yuma. El niño indio sordomudo que cae en las arenas movedizas. Rod Steiger (nunca me ha gustado como actor, no sé, no me cae bien, manías) intentando salvarle. También “trabaja” una joven Sara Montiel. Pues eso, que caes en unas arenas movedizas y no hay quién te salve (Rod no puede estar a todo). O como el fútbol, va el partido tan a gusto con sus pases al área, sus centros medidos, 0-0 y, de pronto ¡penalty a favor del Real Madrid!, así funcionan las cosas, con reglas cambiantes. Por eso tener los pies bien firmes en el terreno nunca funciona, lo primero porque el terreno nunca es nuestro, siempre es de Ellos. Estoy empezando a aburrirme, voy a cambiar de mundo. Gracias, oye.
Publicar un comentario