Lenguas vivas.
En el siglo III las mujeres de la provincia de Hunan crearon un idioma que permaneció velado a los hombres hasta que fue descubierto en 1984, es decir, mil setecientos años más tarde…
[…] El Nü shu se lee de arriba a abajo como una lluvia que se acepta con humildad. Trazos alargados que se escriben, sí, pero también se los ha tallado en adornos de madera y cerámica, impreso en abanicos; se lo ha encontrado además bordado en pañuelos y cortinas: un hilo que ata sonidos para liberar a quienes no pueden hablar. Así las casas de Hynan se poblaban de tristísimas voces invisibles que habían sido forjadas durante centurias, crecidas a partir de un par de caracteres hasta alcanzar los dos mil. A diferencia del mandarin, los caracteres del Nü shu no representan ideas sino sonidos. Era frecuente que, en un principio llegara en un pañuelo que acallara tristezas. La madre señalaba los trazos, los recorría con lentitud de lágrima hasta alcanzar el sonido escondido en la tela. Un mundo en ciernes que , luego de ese primer fulgor, el entusiasmo de una niña lo sospechaba agazapado en todos los bordados del Imperio.
Luis Sagasti,
Lenguas vivas.
Eterna Cadencia Editora.
2 comments :
Ni idea de si es verdad o mentira, ni me importa, es una historia bonita y triste, mis favoritas, así que me la quedaré... Aunque, por otro lado, siempre he sospechado que hombres y mujeres hablamos idiomas diferentes porque, en el fondo, somos dos razas diferentes condenadas a entenderse,.
Beauséant este libro es pura delicia, lleno de historias como esta. Me está encantando. Saludos.
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