Sinceridad.
No se vayan a enfadar, la
sinceridad no está bien vista, lo sé. Ocurre que el tiempo es desobediente,
obstinado, pasa, no se detiene. Así nos quedamos como nos quedamos. Esto tiene
que ver con la decadencia. Alguna vez pensé que era diferente. Esto fue hasta
que supe que todos somos diferentes. Cierto es que hay algunos más diferentes
que otros. Tanto que un día me encontré con que era otro, no el que era, quizás
nunca fui aquel, he tenido que caminar hasta este confín para saberlo, con los
pies en el agua, llueve ¿soy ese? (sí) No me hagan caso, quizás estoy influido
por tanto como escucho, como leo, como veo, como lo interpreto y siento. Me van
a permitir el off, un rato. Agur (que se dice aquí), hasta mañana (mi abuela
Lucía, tan poco religiosa, añadía, “si Dios quiere”).
2 comments :
Mi amiga Odette, elegantísima, se encontró a un vecino en el ascensor que le dijo: "Odette, hay que ver como pasan los años, antes estabas tan guapa..."
Odette opina que la hipocresía puede hacernos más felices que la verdad cruda.
Salud
Francesc Cornadó que vecino tan desagradable. Odette siempre será elegante, estará guapa y está acertada no sé si en lo de la hipocresía pero sí en que hay que tener una mínima educación y un saber estar.
Me recuerda que el pasado lunes asistí a una inauguración de un pintor amigo, me presentaron a una interesante señora que me dijo, así, en seco, “pues tú has tenido que ser guapo”. Que maja (brrr)
Saludos.
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