sábado, 3 de octubre de 2020

Convento bajo la lluvia

 

 …Es decir, el convento bajo la lluvia, un viejo monje alucinado, así quería empezar un cuento, un texto, escribir en esta esquina llena de miradas amables en exceso, que me malacostumbran, que luego recibo un esbozo de crítica y afilo la navaja, que se me altera la vena de la frente, que estas historias de páginas volanderas crean una interesante y nueva forma de comunicación, virtual, virtuosa, en algunos no tanto, en algunas con sublimaciones varias, en otros con trasposición de hoy por ti mañana por mí, en otras convirtiendo un sapo en el príncipe azul que les desliza onduladas frases por la espalda con tanta sensibilidad que a veces hay que separar las palabras  con cuidado para no cortarse los dedos del alma, hay que leer dos veces para cerciorarse de tanta energía, madre mía, que planto flores en la cerradura de las puertas para no equivocarme, para volver a esos rincones, que pongo cirios a los lados que iluminen estos pasadizos oscuros, tantos, ay, tantos, que es fácil perderse, laberinto que nos lleva a ningún lado, porque los días pasan y vean, esto es lo que nos quita tiempo para tocar el brazo real de los de al lado, para holgar con A, con B, con C, o con ABC, a la vez, que cada uno es muy libre, siempre que el otro también lo sea, por ejemplo, que uno le escribe a S pero el que lee es L (el alfabeto completo) y uno sabe quién es (era) S pero no sabe si lee, en cambio sabe que H lee pero no sabe quién es (señor, señora, guacamayo, gato sabio, interventor de aduanas o equilibrista china), en principio uno no sabe nada, uno sólo escribe, escribe solo y ese tiempo solitario es el que no dedica a caminar por las riberas, a ver series en Neflix, en Filmin, a escuchar a la Señora Tomasa (un grupo guapo), a leer a Quignard, a hacer el amor debajo de los puentes de la emoción, a alimentar esta esquina con pretensiones literarias que se queda en una conjunción de colores, fotos y esfuerzo de este que firma (a vuestra disposición), pero eso, que puedo seguir hasta mañana divagando aunque –ya ves- estoy preocupado por mi falta de imaginación, que no sé cómo continuar ese texto del convento, de la lluvia y del monje, además ¿a quién le importa una historia así? mañana escribo algo de piel y suspiros. Poneros ropa que viene frío y lluvia y el covid no distingue. 



  

4 comments :

Recomenzar dijo...

Mis respetos ante tus escritos
Escribes muy bien
gracias por compartirlos

Pedro M. Martínez dijo...

RECOMENZAR, Neruda decía aquello de “se sabe que el que vuelve nunca se fue”. Gracias por venir y por lo que dices Mis disculpas si algo que escribí (no sé si en tu muro o aquí) no te agradó. A veces es difícil conectar, buscar el tono, la palabra justa. No siempre lo que nos dicen nos gusta. Todo muy respetable. Que tengas un buen fin de semana. Un saludo amable y cariñoso.

LA ZARZAMORA dijo...

Sobre esto de qué coño hago aquí?? o de qué busco..?? y otras hierbas, hace mucho publiqué esto:

https://draft.blogger.com/blog/post/edit/preview/3324673562795478290/3216466124860711670
Si no lo puedes leer, te lo mando, está en borrador hoy ;)

Besos, mi letrado.

Pedro M. Martínez dijo...

Sistemática ZARZAMORA que no me deja leer nada, que nones. ¿Me lo mandas? Sí, qué maja. En México no entienden ese concepto de majo/a, les suena raro. En Bilbao no entienden otras cosas, ya no les explico nada. A ti sí. Va un beso envuelto en terciopelo.

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