Amor en el puerto (1)
Llueve,
mucho, las barcas cabecean en el muelle, ella cabecea en un recuerdo en
equilibrio sobre el retumbar de tambores imitando una cofradía de semana santa.
Humea el café sobre la mesa. Humea el rescoldo difuso del ritual de aquellas
manos rudas sobre su cuerpo. Estos días de aniversario son los peores, vuelve
con más fuerza su aliento en los oídos, el dulce surco en los muslos, el cauce
húmedo de los labios por su espalda. Corre las cortinas, no quiere ver el mar
ahí abajo, los barcos, el oleaje contra la escollera. No puede dejar de
escuchar su cuerpo que pide ternura, que pide pasión, que pide huir de los
papeles sobre la mesa, del trabajo, que grita que quiere ser amada. A pesar de todo espera.
4 comments :
Llueve en un alma que pone fechas para amar, para despertar el deseo, para sentir un cuerpo que tiemble al contacto de otra piel. La distancia va más allá de lo temporal, la tristeza se hace añeja y duele con punzadas en el corazón. La soledad se convierte en la compañía deseada cuando el deseo tritura la carne.
Un beso.
Unas solas líneas te han bastado para describir plenamente lo que hay mucho más allá de las palabras.
Besos
Ilduara Antes escribía para sorprender(me), ahora escribo para disfrutar(me). Como sabes esto de los blogs es, entre otras cosas, un equilibrio entre satisfacción y frustración, en mi caso la segunda prevalece. Pero lo intento día a día.
Mi personaje de hoy es una parte de una historia que terminará mañana.
Como lo comparto en Facebook (aquí ya no viene nadie) debo resumir los escritos porque si es largo no lo lee nadie.
Ay. Escribir.
Un beso.
Tracy más allá de las palabras hay una historia real (o casi) que terminará mañana. No tengo imaginación, solo intento escribir sobre lo que conozco (que tampoco es tanto).
Pero lo intento
Besos
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