EMPIEZO DONDE EMPIEZA LA
PALABRA
La palabra empieza como
ciervo en la boca, como fuente
en la hierba, como fuego
en el aire, como aire en los sueños,
como tierra y llama en
la boca del ciervo, como una piedra
en las cerezas, como agua
en los abetos, como agua y campo
en la voz, en la
incertidumbre de la voz en certidumbre,
como un dolor
trascendido, ojos, como un sueño no cumplido,
como un tiempo ya
cumplido, como un silencio que se cumple.
Palabra y silencio,
dolor, lirio, azafrán, casa del aire,
casa del dolor, limosna
y riqueza de luz en el pecho,
luz de la misma madre,
de la misma espada que divide
la frente en un árbol,
el brazo en un río, el alma en las rosas
-¿cómo reuniros si me
reúno y el río lleva el árbol
y la rosa el alma y yo
me contemplo dividida en medio?-
y en su centro la vida
que corre como corre la angustia,
como ese correr que
tiene el todo conmovido en la nada.
Palabra, sálvame de mi
espada en el centro de la espada,
de lo oscuro de los
nombres que no beben en el silencio.
Silencio, sálvame de la
piedra que no sea azahar
en la boca de mi verbo,
que no sea luz en la boca
de mis manos, que no sea
aire en el hombro puro del fuego.
Palabra, sólo me salvó
en ti donde empiezo como un ciervo,
como una fuente, como un
sueño en la más clara certidumbre.
.
- Sara Pujol Rusell
de “Intacto asombro en
la luz del silencio”.
Colección Esquío de
Poesía. Ferrol 2001
1 comments :
Muy interesante lo que escribe y lo que dice acerca de la escritura misma.
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