Del primer piso al octavo
Mi amor, pasan de las diez pero para mí amanece ahora en esta casa silenciosa y tranquila, contigo paseando por cada rincón de mi cabeza, de mis dedos que te tocaban, que seguían el curso de tus venas, de mi lengua surcando tus pensamientos y tus suspiros, de mi alma fundiéndose con la tuya, de nuestra paz de mentes, de nuestra guerra de cuerpos, los dos ganábamos entre palabras encendidas y sudor, vasos derramando el agua y las flores, almohadas mojadas y nuestras risas.
Ay, en nuestros labios se quedó la teoría de ser otros, lo fuimos un tiempo, tarde gloriosa de domingo sin angostura ni vermut, con tambores junto al río, con el atardecer reflejado en el cristal, no había pájaros, nosotros éramos el poema y la ternura se adhería a las paredes como enredaderas apasionadas.
Los amantes adoptan rutinas curiosas, insisten con ahínco en el placer mutuo y en eso estábamos, intercambiando caricias como los filatélicos cambian sellos raros debajo de los arcos de la plaza Nueva, como adolescentes jugando al corro solo por juntar sus manos, buscando con urgencia un punto ciego en el Guggenheim para allí abrazarnos, escondiéndonos en los asientos traseros de tu coche verde y de pronto llegó la noche.
Supimos entonces que es una buena idea vivir, llorar en cada despedida, estar desarmados en la distancia, atentos al otro, ser fiel a la palabra dada de punta a punta del camino, querer hasta que duelan los músculos del alma, esperar los círculos marcados en el calendario.
Todo llega.
Santa María Francisca de las cinco llagas nos bendiga.
4 comments :
Solo puedo decirte
PRECIOSO!!!!
Besossss Pedro y que tengas una hermosa noche
Te ha salido una preciosidad.
Un abrazo.
eli mendez como tenemos este desfase horario tus buenas noches me llegan al mediodía o vete tú a saber cuándo. Muchas gracias. Besos.
Moony-A media luz es que está escrito con mucho cariño, debe ser eso. Un abrazo.
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