Anne Sexton
Canción
para una dama
El día
de los pechos y las pequeñas caderas
la
ventana acribillada por una desapacible lluvia,
lluvia
arreciando como un pastor,
nos
acoplamos, tan cuerdas y tan locas.
Yacimos
como cucharas mientras la siniestra
lluvia
caía como moscas sobre nuestros labios
y sobre
nuestros ojos felices y nuestras pequeñas
caderas.
“El
cuarto está tan frío con lluvia”, dijiste
y tú,
femenina tú, con tu flor
rezaste
novenas a mis tobillos y a mis codos.
Eres un
producto nacional, un poder.
Oh, mi
cisne, mi esclava, mi querida rosa de lana,
incluso
un notario daría fe de nuestro lecho
mientras
tú me amasas y yo me elevo como el pan.
Anne
Sexton
1 comments :
Belleza pura.
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