Saber o no saber
Querida mía, en un tiempo de tu vida decías que no querías saber.
Ahora, hoy, sabes algo más e ignoras lo mismo que entonces.
Hay cosas que no sé si sabes.
Durante un tiempo viví en una jaula.
Tú -lo que tú eras para mí- me daba de comer, sin saberlo.
Ahora, hoy, camino por el borde de la ría, voy, vuelvo y ya utilizo la pala de pescado, las diversas cucharillas y soy capaz de limpiarme los labios con servilletas de hilo, de papel o con la bocamanga.
O sea, que he aprendido a comer solo.
Ahora, hoy, sabes algo más e ignoras lo mismo que entonces.
Hay cosas que no sé si sabes.
Durante un tiempo viví en una jaula.
Tú -lo que tú eras para mí- me daba de comer, sin saberlo.
Ahora, hoy, camino por el borde de la ría, voy, vuelvo y ya utilizo la pala de pescado, las diversas cucharillas y soy capaz de limpiarme los labios con servilletas de hilo, de papel o con la bocamanga.
O sea, que he aprendido a comer solo.
Aunque siempre he preferido comer en compañía.
De hecho prefiero hacer casi todo en compañía.
También he aprendido a mirarte de otra forma.
Aún no sé, no tengo ni idea de casi nada, pero entiendo mejor las historias.
Por eso te miro desde varios kilómetros aunque –qué cosas- te veo como si estuvieras a mi lado. O yo en el tuyo, que por eso no vamos a discutir, ni por eso ni por nada.
Veo círculos, ideas circulares, unas cuantas, se repiten, van y vienen pero están ahí.
A veces te veo a ti en una jaula.
Tú misma te alimentas, una cosa extraña, sacas la mano entre los barrotes y te acercas el tenedor a la boca desde fuera. Con lo fácil que sería que comieras desde dentro, pero no, tú eres así, tuya, tú.
Claro, estas son divagaciones, ¿qué sabré yo?, pero miro tu fotografía -¡qué guapa eres!- y pienso estas cosas y otras y sigo sin saber nada pero entiendo, una luz aquí, tenue, de vela, y quisiera abrazarte, acariciarte el pelo y siento una ternura suave, un manto dulce de cariño y emociones sin nombre, tan ricas, soft, como una almohada de plumas mientras camino por el borde de todas las rías hasta que sé y tengo miedo, ahora sí, pobrecito mío (yo). Sé que lo que ocurre, es que todo va demasiado rápido y a este paso terminaremos sin saber nada. De nada.
O algo así.
También he aprendido a mirarte de otra forma.
Aún no sé, no tengo ni idea de casi nada, pero entiendo mejor las historias.
Por eso te miro desde varios kilómetros aunque –qué cosas- te veo como si estuvieras a mi lado. O yo en el tuyo, que por eso no vamos a discutir, ni por eso ni por nada.
Veo círculos, ideas circulares, unas cuantas, se repiten, van y vienen pero están ahí.
A veces te veo a ti en una jaula.
Tú misma te alimentas, una cosa extraña, sacas la mano entre los barrotes y te acercas el tenedor a la boca desde fuera. Con lo fácil que sería que comieras desde dentro, pero no, tú eres así, tuya, tú.
Claro, estas son divagaciones, ¿qué sabré yo?, pero miro tu fotografía -¡qué guapa eres!- y pienso estas cosas y otras y sigo sin saber nada pero entiendo, una luz aquí, tenue, de vela, y quisiera abrazarte, acariciarte el pelo y siento una ternura suave, un manto dulce de cariño y emociones sin nombre, tan ricas, soft, como una almohada de plumas mientras camino por el borde de todas las rías hasta que sé y tengo miedo, ahora sí, pobrecito mío (yo). Sé que lo que ocurre, es que todo va demasiado rápido y a este paso terminaremos sin saber nada. De nada.
O algo así.
8 comments :
un interesante homenaje a esta gran escritora!!! Saludos!!!
eli mendez tu comentario –que agradezco- me ha hecho cambiar el sentido del voto. He cambiado el homenaje a la pintora por homenajearme a mí mismo, que al fin y al cabo soy el que escribe aquí. Reivindico el orgullo y el egoísmo. También la empatía. Del quid pro quo hablaremos otro día que esta uno asimilando y siendo antiguo es nuevo en estas lides de poemas entre ya te digo y lo erótico, entre el hambre y las ganas de comer. Y es que no se puede dar de comer a las fieras, te dan un bocado en la mano a nada que te descuides y después manco/a, a ver cómo escribes (aunque tenemos a Cervantes que, oye, no escribía mal). Un saludo (incluida una dosis de envidia, en otro capítulo contaré porqué)
Yo, lo siento, no tengo idea de sobre quién hablas pero me gusta leerte cuando te entregas como ahora.
Llegué a pensar que en algún momento estuviste un poco enamorado.
Es una mujer preciosa...
Musu bat
Moony-A media luz en mi escrito cité a Unica Zürn y los comentarios eran sobre ella y no sobre mi escrito. Me suele ocurrir, dicen que la foto (la que acompaña a mi texto) es muy bonita y se quedan tan anchos/as. Bien es verdad que antes me cabreaba mucho pero ahora no es que me haya acostumbrado (me parece poco delicado) pero sí me lo tomo con (cierto) sentido del humor.
Por cierto, me entrego en todos mis escritos (igual que me entrego en la vida a todo lo que me apasiona). Me saldrán mejor o peor pero me tiro de cabeza.
Y. En todos los momentos he estado muy enamorado, no concibo cómo se puede vivir sin estar enamorado (incluso de la misma persona, uyuyuy)
Besos desde el extrarradio.
Vaya bronca...pero con razón
Moony-A media luz en absoluto. En esta esquina y en mi vida la libertad de expresión es absoluta. Mi experiencia en estos parajes del aire es que el peloteo es moneda de uso corriente, guapa tú, guapo yo, pocas críticas veo, todo es un mundo de Yupi. Y no. Cada uno da su opinión y debe estar preparado para recibir la opinión ajena. Por supuesto siempre con respeto y educación. Me molesta, mucho, me parece una falta de respeto que alguien comente, solo, lo ajeno al propietario/a de la página (la foto, el color, la música). Esta es, para mí, una guerra antigua. Mi hija me dice que soy un cascarrabias, un viejo, un antiguo. Posiblemente tenga razón por lo que estoy procurando cambiar mi actitud sin llegar al pasotismo. Me importa lo que hago y lo reivindico. Gracias, muchas gracias.
Nunca he querido saber, y claro luego las hostias son impresionantes, porque en el fondo aunque no quieras (saber) te van dando pistas, o dejando miguitas de pan por el camino... y los lobos se las saben todas. Hubo un tiempo en el que todo tiempo era circular, serpientes que se mordían la cola, dioses de sol que se alimentaban de los corazones de los guerreros valientes, pero todo aquello acabó en un hoy, en el que como el tigre de Pi (no olvidaré nunca aquella frase tuya) una se alimenta también desde el otro lado de la jaula, pero ¡ojito! que un tigre/sa sigue siendo un tigre/sa...
O algo asá.
Solo sé que no sé nada dijo el sabio, pero ése sí que sabía...
LA ZARZAMORA he pasado la mañana en un bosque, una temperatura perfecta, fresca, el sol entraba entre los árboles, muy de vez en cuando me cruzaba con alguien (buenos días-buenos días), un arroyo, cantos de pájaros que no podía ver, la brisa agitando las copas de los robles, musgo, ruido de algún pequeño animal entre la hierba, ahora vuelvo a entrar en esta trampa blog y me pregunto qué coño hago aquí…
Ah, ya, contestarte, en Paris quedan dos horas y 32 minutos para el toque de queda.
Paciencia.
Te abrazo.
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