Asha
Vino
el tiempo de los que se cambiaron de camisa, del negro al verde, luego roja,
después blanca, no sabías con quién hablabas, que les veías desde fuera y no
les conocías, que disimulaban tanto que no había tiempo para asimilar el
trueque de máscaras, de casullas, de ideas caprichosas, que hoy era
blanco, mañana estaba transparente, nadie veía lo que venía, tormenta o sirimiri,
llovizna, calabobos que también se dice y bobos o algo peor éramos, lo somos
aún en las filas de una aparente indiferencia, ajenos, con la pintura lista
para mimetizarnos en cuanto se oculta el sol, cuando sale la luna, ay, la luna.
6 comments :
Es difícil comentar en la entrada anterior y en ésta. Los colores de las camisas los eligen otros, y cualquiera de nosotros puede seleccionar cuál le queda mejor. Yo me he hecho una camisa propia de distintos colores y algunos advierten que resalta un color más que otro. Otras personas ven lo contrario. Yo he pasado de recortarla a la moda, mis colores se ajustan a mis maneras, y tengo mis preferencias, pero sobre todo mis pensamientos (influido o no por los desinformativos, como todos). Eso no me hace auténtico, sólo un paria sometido a directas e indirectas cada día. Pero no sé pensar más que por mí y no permito que otros lo hagan en mi lugar (creo) aunque esté de moda la camisa de este color o del contrario.
Mi camisa es muy cara, eso sí. Y sin uniforme no me admiten en ningún equipo. Lo que no me puede es la indiferencia. Y tengo claro que no soy dueño de la verdad, igual de claro que sí soy dueño de mi verdad, que es la que me vale hasta que los hechos me la hagan cambiar (sólo los hechos).
Disculpa la brasa, más larga que la propia entrada. Si hay algo en lo que me equivoco respecto a la misma, es porque me resulta complicado comentar entre tinieblas. Disculpa.
Besarkada bat.
No me gustan las camisas, la verdad, y mucho menos me gustan las caretas, jodido en donde habitamos, pero por mucho que se cambien siempre hay un olor reconocible.
Espero que el paseo te sentara bien.
Un abrazo
Sbm te ha salido un comentario perfecto. Muchas gracias.
El color de la camisa en este caso estaba marcado por una moda política, que no me he querido mojar, vamos, que escribir según de qué cosas duele demasiado y no estoy yo para más tristezas. Aquí llueve sin parar y el cielo está tan negro que casi ni recuerdo Langosteira, ni aquella pastelería de Pontevedra, ni adivinar que Vigo está detrás de la bruna desde Moaña. Yo qué sé. Un abrazo.
Moony-A media luz pues ahora con eso de las mascarillas estarás aburrida. Aquí, en nuestro aquí, decir/escribir según de qué cosas es complicado, te ponen una etiqueta y lo llevas claro. Digo aquí pero seguro que allí también es igual. Y allí. Y allí.
Estos días tan oscuros, tan lluviosos son solo el preludio de un invierno largo. Pufff. El paseo me ha sentado muy bien. Bilbao es tan pequeño que a nada que camines te sales. Hoy ha tocado Zorroza, mañana ya veremos. Un abrazo.
Yo paso a dejarte un beso camisero... de los que delatan por traidores y traicioneros.
Ahí lo dejo.
;)
Ojito, no es de los Judas, no vayamos a liarla parda...
Con una canción de regalo.
https://www.youtube.com/watch?v=fqhqMbXEhdc
LA ZARZAMORA ódiame sin medida ni clemencia. Ay.
Conocí a los Viscontí en discos recopilatorios del Festival de Cosquín, no sé si le gustan a alguien, no sé quién es alguien, a veces no sé quién soy yo (porque este que soy no puedo ser).
Te abrazo y me quedo ahí (no bajes a la calle ni a por pan)
Y te beso, ya que estamos
Publicar un comentario