Tomàs, Tobías y Parker.
Alguien cantó, desafinando ─creo que era Tomás.
En la madrugada lisa y blanca, Tobías adivinó la lluvia de estrellas y aulló, un viento de congoja soplaba en el jardín.
A la playa llegaban legiones de anchoas de plata, grandes cantidades de peces ebrios, desorientados, reposaban sobre la arena.
Parker siente la fiebre de arroyos de sueños que atraviesan la niebla de su cabeza. Arropado bajo una manta de cuadros delira en la sequía de su estar y no estar.
Apesadumbrado se levanta y es ahora y escribe sin saber a quién escribe, debajo de un cuadro de Kandinsky escribe con un jilguero que le pica la oreja.
A lo lejos alguien recita a Quevedo «Quiera Amor, quiera mi suerte, /que nunca duerma yo, si estoy despierto, / y que si duermo, que jamás despierte. / Mas desperté del dulce desconcierto;/ y vi que estuve vivo con la muerte, /y vi que con la vida estaba muerto. ─creo que es Tomás.
3 comments :
No entendí nada, pero sé que estas preciosidades no las escribes con ánimo de decir nada, más bien como ejercicio de virtuo-preciosismo y por eso… un viento de congoja, la madrugada lisa y blanca, las legiones de anchoas de plata, los arroyos de sueños que atraviesan la niebla de su cabeza .. son todo imágenes potentes y reciosísimas.. Quevedo estaría orgullosísimo de ti, yo tb : )
PD Creo que Tobías es el perro ¿ a quer sí? : )
María , solo sé escribir así. Bueno, no, también sé escribir de otras maneras. Esto es gratis, tú eres tan amable que lees lo que escribo con un egoísta ánimo de lucro emocional personal y transferible a veces, una manera de expresar sentimientos, emociones, vibraciones, inquietudes, liberarme de “eso” ( ¿bailas?- No- ¿Y eso?- Eso es mi amiga y tampoco baila), es decir contar lo que uno vive por dentro, por fuera y ahorrarme una pasta en contarle a nadie lo enroscado (¿qué dice este tío?), los tirabuzones del estremecimiento porque aquella vez sí o aquella otra…no. “Pobre mi lucerito quien te ha pegao que tienes los ojitos de haber llorao” . Qué lo sé, que no entro en blogs ajenos y no comento, que soy un egoísta y voy a lo mío, que no tengo tiempo ni ganas de quid pro quo, ahora, el tiempo pasa y uno no puede estar sentado en dos sillas a la vez (o sí, pero hay que tener dos culos). Diría más cosas pero tú eres una chica muy lista y me ves llegar antes que me monte en el autobús, por eso y por muchas cosas más te agradezco infinito que vengas tan a menudo por aquí. Viva agosto. Un beso.
Tobías era su perro
Publicar un comentario