75
Somos muchos, cada día más, agitamos banderas y consignas, ilusiones.
Ayer hablaban jóvenes airados, desencantados, hombres y mujeres no resignados, pacíficos, hartos, de todas las edades.
Las palabras limpias, firmes, sentidas, diversas, llenaban las plazas.
Alguien, en el estrado, evocó el 75.
A mi lado una mujer de rostro dulce musitó “en ese año estaba yo en la cárcel” y se alejó con lágrimas en los ojos.
No me dio tiempo a abrazarla.
4 comments :
La historia nunca se acomoda a gusto de cada uno... por cada cabeza aplastada por una bota, existe un pie que la calzaba.
Beauséant , la historia, ya se sabe, la escriben los que ganan las batallas. Lo de la bota es muy gràfico y muy cierto.
Felicidades por el texto, Pedro, por lo que apunta, por ese juego que no separa lo general de lo particular, por esa emoción que nace de la concisión. Un cordial saludo.
nadie , muchas gracias. A veces no hace falta decir mucho para que se entienda. Saludos.
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