Alessandro Gottardo
Me falta contar parte de lo de agosto
pero cómo, si todavía no ha empezado, cómo sin haberlo vivido, sin saber si. No
se puede inventar un corazón, no se puede juzgar lo del futuro, no sin votar en
contra de todo, no.
No.
Escuchamos a los expertos la
enumeración de los hechos, los inválidos sentados en la silla de su desgracia,
los días que se abren como llagas, palabras que no dicen nada, decencia,
coherencia, no me consta, realidad, a buenas horas.
Lo pensaré.
El nieto del honrado contable, la
pesadilla de los de siempre bajando del Pindo, David Sylvian entre tantos y
tantos, los siete nombres para designar aquello que no se entiende, lo
fatídico, la impaciencia.
Hay que ver.
Las tribus ordenadas por
apellidos mientras los gusanos se comen la esperanza, los escalones que
nos bajan al sótano de las alegorías, las catacumbas donde se esconden las
hermandades, el animal asiático, yo.
Dejemos que, uno a uno, pasen los
días de julio.
2 comments :
Pues sí, mejor dejemos que, uno a uno, pasen los días de julio...Aunq si alguien podría escribir por adelantado lo q aún no ha ocurrido, ese serías tú; ) Un beso!
María puedo escribir por adelantado lo que ocurrirá a principios de septiembre pero tampoco quiero ser gafe. Te lo cuento entonces. Besos.
Publicar un comentario