Experimentos
Si al acariciar
la cabeza de un perro no mueve el rabo, o el perro es de madera o es que eres ciego. Si te muerde la mano es
que tiene miedo. Si echa espuma por la boca tiene la rabia. Por eso a muchos
les gustan los gatos. O los ratones colorados. Incluso los seres humanos. Tengo
una vecina que solo habla con su perro, ella le habla, de momento no le
contesta (el perro). Este agosto, en misa de siete, conocí a una señora a la
que se le aparecía la Virgen cada día, en su jardín (en el de la señora),
incluso le invitaba a café con pastas (a la Virgen). A mí también se me
apareció un día una virgen, me casé con ella, claro. Eso. La cuestión es seguir
aquí.
2 comments :
Magnífico texto, invita a experimentar y a esperar a que se nos aparezca alguien.
Felicidades
Francesc Cornadó
Francesc Cornadó, la verdad es que ni siquiera es una invitación, apenas un juego mientras desgrano días andaluces a mucha distancia de mi casa sin saber que mi casa es allí donde estoy ( es decir, ahora, aquí). Muchas gracias. Saludos.
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