Fue ese, el de verde
Pensar
y agradecer [denken, danken] son en nuestra lengua palabras de uno y el mismo
origen. Quien se abandona a su sentido se adentra en el ámbito de significación
de “recordar” “acordarse”, “recuerdo”, “recogimiento” [gedenken, eingedenk
sein, Andenken, Andacht]. Permítanme manifestarles mi agradecimiento desde
aquí.
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Paul
Celan
Discurso
de Bremen, 26 de enero de 1958
Como
Celan estoy entre el denken y el danken, sigo aquí, así, sin impulso, con las
brújulas en el armario, con las ruedas del coche torcidas, se me han dormido
las danaus plexippus del estómago, mi musa de la fantasía se ha marchado con un
viajante de electrodos rusos, mis bolígrafos han perdido la tinta (en realidad
no todos), los pájaros las plumas, los caminos tienen las señales borradas y no
sé si voy al Sur (de momento no se puede). He tirado las máquinas de escribir
por la ventana (¿comprenden el juego de palabras?). Enredado en un zarzal de
culpabilidad no me muevo. Ay, que yo no fui.
6 comments :
Tranquilo, las danaus plexipus siempre vuelven.
Un abrazo.
Moony-A media luz debe ser la edad, me he vuelto poco flexible, cuando alguien dice eso tan cursi de “tengo mariposas en el estómago” me pongo del hígado, tú lo que eres es tonto/a del culo. Y si ya hacen ese gestito de espantarse las lágrimas moviendo las manos delante de los ojos es que los estrangularía. (Oye, pues para ser viernes santo estoy un poco excitado ¿no?) Besos.
La edad no perdona. Perdemos capacidad de asombro. Pero no la de no encontrar el rumbo. A veces es necesario plegar velas y navegar a motor. Con un camino marcado. Quizás en un tiempo volvamos a saber/poder volar con alas llenas de plumas de colores. Creo que ahora es mal tiempo para todo el mundo.
O eso creo. No sé.
Voy a pasearme un rato por tu casa...
Maman Bohème La edad no perdona, vale, pero yo tampoco le perdono a la edad y no trato de engañarme, soy el que soy no el que era (en muchos aspectos por suerte), intento llenar mis días de positividad buscándola en lo que hago, en las cosas sencillas, disfrutándolas, encontrando en ellas nuevos brillos, nuevas y diferentes oportunidades. Ayer subí a un monte al que había subido antes muchas veces, no recordaba que era tan bonito, esos bosques, el silencio solo roto por el canto de pájaros, disfruté mucho. Una manera de diversión sencilla, barata (de momento no cobran entrada), sana y vale, antes subía corriendo y ahora andando, no se puede tener todo (jejeje). Bienvenida a esta esquina.
Pensar y agradecer...que por lo menos le dejen hablar con gente mayor...que le quede un bolígrafo con algo de tinta...(la puta madre que aquí pondría un emoji de esos famosos que se ríen, o muuuuchosssss, pero no hay ninguno por aquí),o quizás unas plumas para los pájaros que las perdieron(o los desplumo usted mmm no seee)jejejejje..
y le devuelvo la A que perdió por allí en un jajaja
y la maquina de escribir la tiro en un arranque de ira frente a esto de no poder ir ni para el norte ni para el sur( igual usted no tiene claro pa donde quiere ir, asi que es lo mismo) jajjajaj
y por cierto no soy Méndez..
Soy Martijena.. eso si es verdad.. Ayyyy como me rio!!!!
eli mendez como no estoy acostumbrado a que comenten estos textos perdidos a veces contesto sin leerlos de nuevo y me lío. Y es que no se puede estar a todo. Te leo y digo, pero qué dice, ese dice que dices tú, hasta que me doy cuenta que me sigues la corriente como a los locos y me miro al espejo y no ¿o sí? La cuestión es que entonces mis textos dejan de tener sentido y se quedan ahí, temblando en la intemperie de tu mirada y no los reconozco, como esos hijos que se van de casa y vuelven al cabo de veinte años, “hola, papá” y quién será este señor de barbas, que ni la fuerza de la sangre ni nada, “ah, hola hijo, ¿compraste tabaco?” y Martijena es un apellido navarro, buena gente, obstinada, noble, qué cosas, los pueblos y sus gentes que van de aquí para allá en este mundo tan pequeño. Besos castos.
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