Monday.
Queridos padres y hermanos:
Espero que al recibo de la presente estén todos
bien, yo como les cuento.
La primera consecuencia que saco desde que estoy
en NY es que no tengo mi puta idea del ser humano, ni de los otros ni de mi
mismo, como si hubiera estado viviendo en otro planeta. En realidad creo que he
vivido en otro planeta, con reglas absurdas y finales más que sabidos, con
líneas tan definidas que uno sabe de dónde viene y adonde va, del más absoluto
aburrimiento a la rutina más gris, a la nada, una mierda.
No sé muy bien cómo explicarlo, a uno le nacen (gracias,
madre, gracias, padre) y le enseñan diferentes
cosas y uno se las cree y las sigue a rajatabla, esto es así, esto otro
asa, año tras año, debes ser honesto, honrado, trabajador, paciente, la vida es
como es, debes ser legal, fiel, un buen chico, una buena persona, un buen todo,
debes creer lo que no has visto, lo que no ha visto nadie, lo que pasó en un
tiempo en el que no había ni relojes, ni móviles, hostias, pero ¿qué pasa? soy
gilipollas, me lo he creído todo durante años y años. Hasta que he llegado a NY,
que`sto es muy grande, como desparramado .
En mi tierra, en lo mío, ahí, en nuestro pueblo,
donde viven ustedes, donde vivía antes de llegar aquí todos somos iguales o
bastante parecidos, los hombres no hablan de sentimientos porque es de
homosexuales, las mujeres no follan porque es de putas, total que nos dedicamos
a subir al monte y después a tomar vinos hablando de tonterías para terminar en
la cama solos o peor, con otra para nada o para eso, o misionero gris,
soporífero, que ella piensa que mal folla
esté tío que acabe pronto y él piensa que
mal folla está tía ¿seré yo?
Debo añadir que todos somos blancos, con boina y
feos, el que no lleva boina por fuera la lleva por dentro y el que es guapo lo
disimula para que los demás no crean que es homosexual, joder, ya te digo, qué
fijación con eso, que total no folla nadie, si es igual con quien no folles. Pues
eso, que aquí el personal es diferente, o lo parece, que no he hablado con
todos, de momento y unos son blancos, otros negros, amarillos, verdes, con
antenas, hay para todos los gustos y, que cosas, entre tantísima gente, son
amables, son muy majos en general en NY, menos Johnny Brown, mi vecino de al
lado, que es un caucasiano hijo de puta
que deja la basura en mi puerta y tiene tres gatos.
Padres, hermana, tía Justa, estaría horas
contándoles estas cosas de aquí pero tengo que desayunar, luego una reunión en
el Soho con una artista de lo suyo que pinta tractores y quiere que le asesore,
ya ven, comida rápida en un sitio raro detrás de una cortina roja (1), a la tarde otra reunión en el hotel Plaza, con
Sue, y a la noche cenare en el Taka
Taka, donde Beatriz (me hablaba en inglés hasta que me dijo que era de Sangüesa)
o tomaré una hamburguesa en el Broome, que las ponen riquísimas con pan de
pita, humm, esta es mi vida en NY, hasta mañana, otro día les cuento lo de
Melissa.
(1) En la calle 57, dos más debajo de Central Park
está Le Parker Meridien Hotel. Entras a un hall lujoso con personal muy estirado. A mano
izquierda hay una luz de neón y una cortina roja, la pasas y te encuentras con
una pequeña y cutre hamburguesería de personal no muy amable pero llena de
gente ruidosa. Una experiencia.
0 comments :
Publicar un comentario