martes, 11 de diciembre de 2012

Alexitimia.

La alexitimia es un trastorno neurológico que consiste en la incapacidad del sujeto para identificar las emociones propias y, consecuentemente, la imposibilidad para darles expresión verbal.
Se trata de un trastorno muy extendido entre la población: afecta a una de cada siete personas.
Los neurólogos han observado anomalías en una zona cerebral cuya función sería la de vincular el crisol de las emociones con la zona que toma conocimiento de estas emociones, las analiza y las formula. Los alexitímicos, en lugar de mostrar una actividad cerebral adaptada a la intensidad emotiva de la situación, como es el caso normal, manifiestan una actividad o demasiado débil o demasiado intensa, que perturba la apreciación justa de la experiencia emocional.

Illustration by Charles-Dominique-Joseph Eisen (1720–1778) 
for “The Devil of Pope-Fig Island” by Jean de la Fontaine (1621-1695).


Hubo un tiempo en el que fui alexitímico, los labios de Teresa Salgueiro me despedían en puertos que no habían conocido el mar.

En diciembre los estorninos dibujan en el cielo  un caos de plumas, las gaviotas apenas rozan la ría con sus alas, después se posan e invaden los jardines como en una película de Hitchock mientras los homeless lloran de frio bajo los puentes que nunca cruzaron, incógnita del otro lado, misterio de no haber sido.

New York es un recuerdo aún sin elaborar mientras camino en el relente de la mañana bilbaína, las manos en los bolsillos, la secuencia final de “Los 400 golpes”(click), la barandilla que saltan los suicidas, la polvareda de pensamientos azules bajo la parra, ignorar que aquello era como era y mantener la hoguera en la intemperie de, intento de cortejo en la expresión, decirlo así, asá, modificar las palabras, cómo ya conté en “Altisidora no era alexitímica” (click), quién lo sabe, cada día inventamos una brizna de originalidad para ser diferentes, otros, pinturas de guerra de "Un hombre llamado caballo", rebuscar entre todo aquello que en un tiempo era importante, conversación con Melissa por la calle principal de Greenwich (Connecticut), ¿conoces a Steely Dan? (click), no, ¿conoces a Buffalo Springfield?(click), no, tantas cosas no sabía, tantas cosas no sé, todo va tan rápido que apenas puedo asimilar lo nuevo, me quedo con el sentimiento y el intento de ahuyentar la melancolía, sé que esa nube negra está pintada, pero sale en todas las fotografías.       

Hubo un tiempo en el que fui alexitímico, ya no lo soy pero los labios de Teresa Salgueiro aún me despiden en puertos que no han conocido el mar.



(Teresa Salgueiro)

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