Viajes para dummies.
Este es un manual para viajeros primerizos y
bienintencionados.
Supongamos que usted quiere viajar, es igual dónde,
New York por ejemplo.
Vale, se va a un agencia de viajes y se compra
un billete.
Después debe solicitar por internet el ESTA,
paga 14 dólares al gobierno de EEUU y se
lo dan (otra cosa es que después le dejen entrar), lo imprime, lo guarda.
Cumplidos estos trámites preocúpese de la maleta,
ropa adecuada a la estación del año, no
demasiada, si le hace falta ya se la comprara allí o pasara frío o calor o lo
que se tercie. Con ella a cuestas, con la maleta, debe desplazarse al aeropuerto más cercano en
autobús, taxis, le lleva un amigo/a en su coche, va andando o en bicicleta, va,
con su billete, por supuesto.
Supongamos que usted parte desde Bilbao y
resulta que tiene un vuelo de transito, después de facturar su equipaje escucha por los altavoces que en
Frankfurt está nevando y hay un retraso de ni se sabe. El avión llega, tarde
pero llega, se sube y vuela con usted
dentro hasta allí donde no nieva pero su próximo vuelo también tiene retraso.
A pesar de ser Frankfurt un lugar de paso, o por
eso, debe pasar varios controles con
funcionarios que hablan un perfecto alemán, sonría, siempre ayuda. Cumplidos
los tramites enfila un largo pasillo hasta su terminal, la A26, en el quinto
pino. Pero, ay, no hay dicha total, por el camino le para un policía de unos dos metros y perfectamente alimentado
que le sugiere que pase a un cuchitril y se someta a un cacheo en el que le tocan partes de su cuerpo que habitualmente no le
tocan, hasta que determinan que eso que pita es la chapa de sus tejanos, hale,
pringao, pase.
Sube al avión, se sienta, más o menos cómodo y durante
9 larguísimas horas, le dan de comer, de cenar, el desayuno, lo que sea, si no
son de Iberia las azafatas suelen ser amables aunque hablan raro, los niños
lloran, las madres les canturrean, las señoras y señores rubios pasan muchas
veces por el pasillo para hacer su necesidades, alguien habla muy alto, otros
tosen.
El avión está volando sobre el océano, en la
pantalla dan "El legado Bourne", te la ves si quieres, te adormeces,
miras cuanto falta, te duele el culo, el avión está volando cerca de
Groenlandia, lees una revista, lees "Historias de New York" de Enric
González que es magnífico, lees " Lugares que no quiero compartir con
nadie" de Elvira Lindo, que es muy malo, te duele el culo, te impacientas,
tienes ganas de llegar, el avión está volando sobre Canada, te aburres, piensas
que hubiera sido tu vida si la ornitología ocupara todo tu ocio, piensas
tonterías, te ves sentado en la roca Mount Tom, emulando a Edgar Allan Poe,
viendo correr el Hudson, media vida después, no se sabe cómo, llega.
Aunque llega es una forma de decir. Sales del avión, caminas, caminas hasta
Inmigración y te colocas al final de una gigantesca cola de pacientes
inmigrantes como tú que van pasando lentamente por unos pasillos donde con
suerte, una hora después te miran con suspicacia, te preguntan, te toman las
huellas dactilares, te fotografían el iris del ojo, te vuelven a preguntar,
"¿tiene usted intención de matar al Presidente de los Estados
Unidos?" , le dices que no y corres a buscar tu maleta. Si está la coges y
si no te para un señor policía generalmente de raza negra, muy serio, que te
dice que la abras, si no llevas
pistolas, fruta, jamón, semillas, esas cosas, la cierras y sales a la calle, ya
estás en New York. ¡Bien!
Bien, New York más o menos, como dónde vas a
vivir, o dormir o lo que sea estará en Manhattan, todavía deberás ir hasta
allí, otra vez en bus, metro, taxi o ese amigo que viene a buscarte, 50 dólares
mínimo.
¿Ya?, ¿ha llegado usted?
Muy bien, disfrute de la ciudad porque el
regreso es algo parecido
¿Merece la pena toda esta historia?
Rotundamente, si.
Pues eso, viajen o quédense en su casa, yo que sé.
2 comments :
Coña, no sé, no sé. Tendré que pensarlo mejor. Este viaje que no he hecho se me está atravesando por momentos y vienes tú y dices que después de todo el "tinglao" si merece la pena.
Hummmm, muchas sesiones de almohada quedan.
Abrazos y besos a discreción
por lo que veo, si saco Pasajes a Frankfurt voy a encontrar sitios increibles.. el problema es que seguro en el mes de enero el clima es un poco seco y muy frío. Quizás me conviene viajar en junio
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