17 de agosto
Así andamos, vamos y venimos, gemimos en medio de la nada, desconsuelo, vacío, silencio, eso es algo.
¿Qué es todo esto?
¿Tiene sentido?
¿Qué ocurre bajo los puentes del alma?
¿Quién callará los gritos?
¿Qué materia nos llenará el dolor, la ceguera, el hueco inmenso?
No grito como antes, que me duele el musgo entre los dedos, la saliva, la dorada abulia de las tardes largas, de las noches cortas, horizonte de Finisterre, la hartura, la rabia, las ganas de bajar la persiana e irme lejos, el hospedaje del miedo entre las ramas del sábado, el brindis al sol de estar tan vivo, tan sano, con la cabeza despejada.
Me aplaudo un rato y ya veremos si cambia el viento.
4 comments :
Hola Pedro.
Está dentro de cada persona el poder de hacer cambiar el rumbo y que el vacío se vaya llenando poco a poco.
No hemos de esperar que alguien o algo nos lo cambie, ni por muy lejos que vayamos, la soedad, el vacío, el sinsentido, también va con nosotros.
Abrazos
Eso es algo; y algo es más que nada.
De un tiempo a esta parte, si quiero gritar, grito, si quiero llorar, lo hago, que un mal tiempo no es eterno, siempre viene un cambio.
Rosa Mª Villalta como reflexión está muy bien, muchas gracias. Escribir, que es lo que ingenuamente pretendo, tiene esto, que parece lo que no es. No te voy a decir que estoy lleno pero tengo el depósito por la mitad y con eso voy tirando. Abrazos.
Maia el problema es que el cambio sea a peor. En Cabaret gritaban debajo de un puente cuando pasaba el tren, alguna vez he gritado así, no demasiado porque soy pudoroso con demostrar en vivo y en directo mis rabias internas. Eso sí, cuando me pongo…
Un saludo bajito, sin levantar la voz
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