Una faccia in prestito
Con una faccia imprestata/ da un altro, che - se ti fa comodo/ d altra parte vorresti la tua/ da offire a quel pubblico,/ che ti guarda come a Carnevale/ si guarda una maschera,/ ma intanto sa che tu/ non sei cosi.(*) canta Paolo Conte y así me siento. No con una cara prestada sino con una máscara que he elegido y que no me sienta bien, no estoy cómodo, me hace sudar, me aprieta la goma en la nuca.
Son ciclos, lo sé, un sube y baja según el clima emocional, los estímulos externos, los internos, la lluvia, el calor, impulsos que determinan el humor, la apetencia de seguir en este rincón perdido en otro rincón, en otro rincón, hasta millones y millones de rincones. Qué trabajo tan absurdo.
Pues eso, que Paolo Conte canta: Con una cara tomada prestada de otro, se te hace cómodo; aunque por otra parte querrías la tuya para ofrecérsela a ese público que te mira como en carnaval se mira a una máscara sabiendo sin embargo que tú no eres así.
Cómo me gustaría ser como escribo, es decir irreal, es decir, nada.
O ser, al menos, un Lamed Wufniks.
Mañana será otro día.
2 comments :
Me quedo con la primera parte de esta frase:
Cómo me gustaría ser como escribo, es decir irreal, es decir, nada.
Me pasa igual, no hablo lo que escribo y porque estoy segura de que lo que escribo es mío ... 😊
Besos.
Laura, cuando alguien escribe sin pretensiones, para uno mismo, para su disfrute, puede inventarse, mentirse, decir, no decir, dejarse llevar, tener momentos de sinceridad y sacar del dentro todo eso que duele o que ilumina o que te deja negros los pulmones (no, fumar no). La cuestión es ser honesto con uno mismo. Creo ¿no? Besos
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