Naves aqueas.
te ruego no destrocen los perros
mi carne ante las naves aqueas.
Canto XXII, La Ilíada
Va todo tan, tan rápido que cuando crees que has llegado resulta que todavía no has salido y corres de acá para allá preguntándote en qué momento perdiste el hilo y la imperdurabilidad, la caducidad, la velocidad de los acontecimientos, la incredulidad por haber llegado hasta aquí sin certezas (solo una), sin el sedimento de sentimientos que germinen, el vértigo de la cercanía del abismo y es domingo, luce un sol esplendoroso en Los Realejos, me esperan amigos para compartir belleza y risas, no ajeno al drama, no, impotente para no hacer otra cosa que no sea acumular recuerdos para después. Ya todo eso lo podemos discutir luego, cuando vuelva, ahora toca lo que toca, sin arrepentimiento, agradecido. Sí, el poso de acción católica. Estoy de acuerdo.
2 comments :
No es poco acumular recuerdos. Con frecuencia, el sentido o la clave de cuanto vivimos nos los da el futuro, maestro en deshacer nudos y proponer de nuevos. Un cordial saludo, Pedro.
Nadie, como diría el otro, el futuro es ahora, que no es poco. Este post lo escribí en un piso 11 que dominaba el paraíso (ahora estará envuelto en calima con un viento insoportable),(digo insoportable y digo si yo te contara),(aquí cuento lo que sé), (sé poco y a este paso sabré menos), (pero sigo). Un saludo.
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