Llovizna
La
noche traspasa los músculos del zahorí y aunque han pasado los años de la garza
del estanque la veo ahí, posada en la línea del blanco hombro del ayer.
Fuera
hay una llovizna de desconocidos, golpea en esta ventana que parpadea, se me
está inundando el cuarto de tristeza.
Hay veces que me inquieta enseñar el culo en lo que escrib o/iré.
2 comments :
Ayyyyy que no se te inunde nada de tristeza, y si sobreviene igual, va mi abrazo enormeeeeeeeee para paliarla aunque sea un poco..Mostrar el culo? Noooooo , tranquilo, aqui no lo entiende nadie, por más que nos esforcemos jajajajja
Besosssss miles Pedro
eli mendez pues mira, ellos se lo pierden porque tengo un culo precioso, un poco escaso la verdad, el tiempo hace estragos. Hay ese dicho, “a las mujeres les llega un tiempo en el que tienen que escoger entre cara o culo” Difícil elección. Hablar de culos está mal visto. Hablar de caras, no. Hablar de caraduras es peligroso (suelen tener el poder). Y no estoy triste, al contrario, estoy muy feliz (al menos relativamente feliz dados los tiempos que corren pero ¿cuándo han corrido mejor?. Yo qué sé.
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