The Teskey Brothers feat. Emma Donovan - Get Back To The Land
Oración
Líbranos, Señor,
de encontrarnos
años después,
con nuestros grandes amores.
Cristina Peri Rossi
En Madrid no te encuentras a tu ex (dice
Díaz Ayuso) pero quince años después ellos se reencontraron en la sección de
poesía de la Casa del Libro en la Gran Vía. No existe la casualidad.
¿Cómo estás?
Bien ¿y tú?
El año pasado murió mi marido.
Vaya, lo siento.
Siguen hablando, contándose, su historia fue
brillante, mágica, se disfrutaron en aquel secreto de cartas y cuartos de hotel
por horas, vagas promesas que ninguno de los dos cumplió, un final obligado por
traslado, encuentros cada vez más
distanciados. La lógica imponiéndose al deseo.
¿Qué tal por Burgos?, ¿te adaptaste?
Sí, mucho frío en invierno.
En este restaurante de la esquina comíamos
¿recuerdas?
Seguro que se ha
jubilado el camarero que nos recibía sonriente.
Toman café. Se miran. Se acarician las manos por
encima de la mesa. Se obstinan en pensar que siguen siendo los mismos. Se
sorprenden cuando uno de los dos recuerda algo que el otro no. Se mienten. Los
recuerdos son la mentira sobre la que se construye la posibilidad de seguir
vivos, cuerdos, incompletos.
¿Qué será del conserje del hotel?
Nos miraba con recelo, no me gustaba.
La primera vez nos dio mucho apuro.
La inexperiencia en la infidelidad.
La curiosidad. El tiempo perdido. Aquel deseo
imperioso. Lo que ninguno de los dos se había atrevido a hacer antes en una
cama, sobre una alfombra, en el borde de la bañera, una postura, unas palabras
oscuras, ser otros, darse. Ninguno de los dos se atreve a traspasar la raya del
antes al ahora, lo que hay, lo que son.
Recuerdo la primera vez que follamos.
¿Follamos? nunca utilizabas esa palabra.
Es lo que hacíamos ¿no?, hacer el amor me parece
incompleto.
Nunca lo sentí así.
La primera mirada de recelo. La nostalgia es un
bicho malo que muerde lo que nunca pudo ser. Se dan cuenta que el pasado nunca
vuelve y que están ahí, una mujer y un hombre consolándose de lo que son ahora.
Solo existe el ahora.
Voy a coger un taxi hasta la estación
¿Volveremos a vernos?
Ahora no lo sé, nos llamamos. Adiós.
Adiós.
Adiós.
4 comments :
Creo que un encuentro así solo puede funcionar si quedó algo pendiente entre ellos y la conversación es capaz de reavivarlo inopinadamente. Me da que sus dos protagonistas no se dejaron nada por rebañar en el plato. Un cordial saludo.
Y como soy romántica y un poco obstinada me imaginaba otro final, pero me olvidé que lo escribió Pedro Martinez jaajjajaja
Me gustó...sorprendes...siempre
y yo me rio...siempre
Besossssss y excelente lunes.
nadie a mi también me da que no hay nada que hacer pero por si acaso lo escribo, no vaya a ser que sí y lo mismo se llevan los dos un alegría. Por estar aquí cada día me meto en estos líos. No espabilo. Pero, oye, lo bien que me lo paso yo solo ¿qué? Un saludo.
Querida eli mendez, habitualmente escribo lo que se me ocurre y sin encomendarme ni a dios ni al diablo lo comparto aquí (así me salen). Este escrito era mucho más largo y me llevó varios días, no le encontraba la chispa y daba vueltas a la historia (por supuesto se iban a un hotel). Cometí el error de leérselo a Teresa y me dijo que no, tú puedes hacer cosas mejores, bórralo. Y no lo borré pero sí lo termine de cualquier manera. Que duro ser un aficionado. En fin
Por cierto, Burgos es una ciudad muy bonita con una catedral impresionante pero muy fría en invierno. Qué cosas.
Besos, guapísima
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