Sentado en mitad de nada.
Estoy
sentado en la mitad de nada, busco lo que no es, las cajas están ordenadas,
numeradas, los calendarios se apilan sin eclipses y extiendo los brazos como un
profeta para que los días caminen así, paso a paso, sin correr, sin pararse,
sin cansancio.
Miro
alrededor, fuera, los planetas giran en sus órbitas, sin sobresaltos, tal y
como debe ser, no hay noticias del solsticio, ni de la lechuza, el mundo está
donde estaba, soy Otro, soy ajeno a lo otro, a la fragilidad, soy lo que me
queda por vivir.
Me
levanto, me quiero mirar dentro y las murallas rechazan a Josué y a las
trompetas, los ejércitos del pudor no me dejan ver (me), hay mil insectos
enamorados entre la hierba y el jardinero es un dios malhumorado. Ay,
atrevimiento de entrar en el jardín donde cada flor está llena de color, olor,
una función estética o aroma de abejas zumbando, girando, sin atreverse a posar
el vuelo no vaya a ser qué, no vaya a ser, vuelo constante, círculos en el
invierno hostil.
2 comments :
Pierden los que desprecian al encanto. Sentado en mirad de la nada...No es, porque como dices maestro!, sin correr,, sin cansancio!
Me has hecho reir con los mil insectos enamorados. Y todo el texto es bello, clavandose en lo profundo. Gracias por tus letras Pedro.
Encarna C., tus comentarios diarios son un bálsamo para continuar este camino. Te lo agradezco mucho. Un beso.
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