Equilibrio sobre una cuerda colgada desde la conciencia
¿Cuál fue
la hora que esperamos tanto,
que vino
al fin y no reconocimos
y se nos
dio para soñar el sueño
que nunca
nos había visitado?
(Valente)
Justo ahí, en ese equilibrio sobre una cuerda colgada desde la conciencia de lo que tiene entre los dedos hasta la percepción de poder dejar de percibirlo, baila su ansiedad.
Le encanta que le desbarate, que le
agite, que le sacuda, que no le deje dormido, que le sorprenda.
Le encanta incluso que le amenace.
Algún día ella se lo ha escrito y lo
ha leído como una broma.
Pero no, le encantaría sentir
–también- miedo.
¿Cómo han podido vivir sin conocerse
antes?
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