Sam Szafran
Lo bueno de la soledad es
escuchar fuera lo que no tengo dentro, vivir en otro mundo del que vivo. Lo
escribo para que no se me olvide. Lástima de paisaje truncado, de horizonte tan
cercano, de este asco que vive en mi garganta desde que despierto hasta que
intento dormir. Llevo demasiado tiempo sin verme, no tengo espejos, ni eco, me
ignoro, estoy olvidando quién soy, o quién era, mejor eso, ahora soy nadie, ni
siquiera un número. Sin embargo estoy vivo. Si esto se puede llamar vida.
Tránsito lo define mejor. Me estoy quedando sin palabras, poco a poco las estoy
olvidando. Se me rompen entre la lengua y la garganta. La humillación de no
saber, de una memoria cansada, de esta oscuridad sin grillos ni pájaros, sin
cangrejos ni nubes, sin melodías ni belleza en el andar de una mujer. Apenas
las recuerdo, a las mujeres, ni sus voces, la curva de unas caderas. No sé qué es una
caricia. Hace dos vidas que nadie gime en mi oído. Hace tres siglos que nadie
me dice te quiero. Sin embargo…
Abren la mirilla, es hora de
comer.
4 comments :
El mejor...siempre el mejor...traje comida jajjajaja
Pedrooooo
Besosssss..Excelente texto
A escada é bela e o texto também é estupendo.
Saludos.
eli mendez, cuando no comentas esta página se queda arrugada, triste, melancólica, anhelante, vacía, sin sentido, sin motivo, sin tú sabes, besos agradecidos (matizando que sin agradecimiento también porque uno es un señor mayor pero está vivo y sabe y tiene ojos y boca y el que tiene boca se equivoca y no te digo nada el que escribe, describe, vive, sobrevive, etc)
João Menéres muito obrigado.
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