Omnis homo méndax.
Omnis homo méndax. Simular
escribir desde la periferia de uno mismo, sin implicarse, sin proyectarse en
demasía, no es más que un vano intento, nada, pssss.
Buscar un tema, escribir otra vez como hoy, desierto día de abril, sobre la
escritura, es como hacer una película sobre cómo hacer una película. (Ejemplo
Truffaut. La noche americana)
Entre
el reflejo narcisista, el psicoanálisis de diván oscuro y la inventiva está el
campo de juego. No hay en absoluto un sentido de trascendencia, el armario
rebosa de disfraces, las máscaras esperan sobre la repisa, junto al espejo los
maquillajes alineados, un enjambre de miedo zumbando bajo el árbol de lo leído,
la curiosidad no es suficiente.
Dejo
al enfermo junto al camino por si alguien que lee entiende la enfermedad.
En
ausencia de crímenes propios que contar, sin demasiados pecados que confesar,
hago balance y solo un error me muerde la conciencia, aun. Invento pues, simulo
escribir, intento hablar sobre lo que nunca ha sido, siendo, espectador acodado
en recuerdos de lo que no ha ocurrido, en lo que envidio o temo, en remolinos
de viento en las esquinas de lecturas de otros tiempos, aun así sé que se me ve
el alma.
¿La
ves tú?
(Todo
hombre es mentiroso.)
1 comments :
¡Por San Epiménides! Aquí lo que se te ha visto es la paradoja cuando dices Todo hombre es mentiroso pues siendo tu hombre esta afirmación sería mentira. Buen juego literario, corazón.
Voy a ponerme el disfraz de curranta (con chubasquero incluído). Qué tengas un espléndido martes, bonico.
Besets!
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