Los poemas de antes eran así
Charles Pfahl
Los poemas de antes eran así:
De trenes y viajeros.
En el tren de la noche transparente llegan mujeres
con blusas perfumadas, con violetas en el pelo,
con los brazos tendidos hacia la aurora.
Las miro desde el andén, junto a un perro de ceniza,
sonámbulo, las pestañas incendiadas de madrugada,
los pies descalzos bajo una luna de mármol.
Uso palabras ciegas, como palomas acurrucadas.
La súbita fragancia del azahar embriaga al viajero
desprevenido que llega en busca del destino.
Siento el zumbido de otra vida en los oídos,
en la esquina, letanía de gacelas sobresaltadas,
el rocío amansa y enreda perfumes en la piedra.
Las ventanas de la noche están cerradas,
una salamanquesa se esconde en la blanca alcoba,
el viento de levante deja un ahora de dudas.
Subo los peldaños del recuerdo, la ciudad respira y
duerme a espaldas del pájaro asustado en la rama,
de la lengua del tigre que lame el insomnio.
Nadie ve al fauno bajo el farol, sentado a la orilla
del tiempo, sus pezuñas rompen la espuma
de olas embarrancadas en luz futura.
Ese saurio triste sobre la vía sabe que no regresará.
Temo al súcubo que me observa, agazapado, presto.
Encadenado a la columna, Sansón descubre el horizonte.
Ahora los pintores
ignoran lo clásico y llenan el Guggeheim de impolutos lienzos inundados de
blanco. También los poetas, atrevidos, ignoran la realidad y, en vez de
escribir certezas, llenan de absurdos enigmas las paredes donde no hay lugar
para la duda, para la cal, donde las escaleras sirven para bajar, para subir,
para detenerse, para tapiar los puentes, para saber que al pan, pan y al vino,
vino.
Estoy en la mitad de un día que curiosamente es lunes, el aburrimiento se acumula en el marco de la ventana, escucho el fluir de mi alma. A ratos sospecho que soy sordo. Dos jóvenes pelean ensimismados, tenazmente. El deseo dormita sobre la seda negra, el deseo, tan distante como… No se hable más, hoy es lunes y estoy (razonablemente) feliz.
Jane Bown, American tourists in London, 1968
4 comments :
Buenas noche Pedro. Gracias por tus letras.
Los poemas antes eran... pues me queda claro que soy un hombre "de antes"
No citas al autor, por lo cual doy por hecho que es tuyo, y me descubro reverencialmente. Cuando sea mayor, quiero escribir como tú.
Un abrazo
Encarna C, siempre gracias a ti.
De barro y luz, está claro que eres un hombre de los de antes, de los de toda la vida. El poema es mío, claro, pero anda, cúbrete, cúbrete, no vayas a coger frío. Un abrazo agradecido.
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