Game Over.//.Insert Coin.
Lo
sé, nadie me invitó a esta fiesta, lo acepto. Puede incluso que no haya fiesta
y esto sea solo una reunión casual de transeúntes apresurados que dejan su
tarjeta de visita y se quedan el tiempo suficiente para soplar las velas, oler
las flores y decir eso de qué bueno era y siempre se van los mejores.
Digamos
que es así. Digamos lo contrario. Digamos lo que digamos siempre alguien estará
sentado fuera del círculo, con los gatos, ahora que la vendimia terminó y Celentano canta tan raro.
Bajo los soportales, mirando la lluvia, sacando la lengua para atrapar las
gotas, se me juntan las teclas, se me está olvidando escribir, no contesto los
correos, no abro las ventanas, se me está llenando la casa de humo, del
cerebro, estoy abúlico, con resaca, pegando por las paredes carteles con los
nombres de los desaparecidos, con las fotografías de sus manos cortadas, con
ramos de margaritas a los pies de las estatuas, con caballos por las alamedas
que llevan al alba. Y el reloj.
Dejo
aquí poemas, cuentos, me cuento, me invento, dejo horas y amor en mis dedos
pasando por una espalda desnuda, quién dice espalda dice corazón, quién dice
corazón dice un punto indefinido entre el alma y el ombligo, dejo también
colores que robo bajo el agua, ladrón sumergido en el Abra pintada de luces.
¿Puedes oírme ahora?
Este
es un extraño reino sin rey, con solo un bufón triste dando volteretas ahora
que todos se han ido y el castillo arde ahí en la altura, con los arcos
derrotados, con tapices enrollados bajo el portón a ninguna parte, con dioses
antiguos vestidos de aire y se ha derramado la leche, madre, los perros
hambrientos lo celebran.
Me
comentan los comentarios, la portada, el tamaño de las letras, el brillo de la
plata, la música de otros, los ángeles que pasan sin quedarse. Estoy ahí ¿no me
ves? ese que hace señales desde el escenario, soy yo ¿no me escuchas? A esta
película se le ha borrado la banda sonora, los pianos se han quedado mudos y
solo queda hacer muecas, gestos, arrugar la nariz, subirse a un tren de
madrugada y adivinar los puntos cardinales mirando las estrellas. Angustia de
no ser y de haber sido, angustia de ya no y de tanto tiempo, angustia de
enfrentarme cada día al qué dirán, dejando lo que soy en un cuenco bajo esa
lluvia que dije, con una vela que apaga el viento, este de hoy que se lleva los
balcones, las señoras asomadas a sus vidas, las chimeneas con el humo de mil
fuegos, las tejas que defienden el pudor de tantos techos vacíos. Y así.
Extraño
lugar sin sitio en los mapas, sin marcas amarillas en el suelo, sin señales que
orienten y me he perdido, tanto hablar y no sé decir ahora: por favor ¿puede
indicarme la salida?
1 comments :
Te sigo leyendo, escuchando...
Cuando leí la primera vez, este post, sentí que me apetecía comentarlo, me llegó. Pensé que todos nos parecemos más que nos diferenciamos, que todos necesitamos que nos escuchen, que nos digan, sentir que alguien está al otro lado, que nos respondan, que nos lo hagan saber de alguna manera...también en nuestras casas, a veces ir, a veces venir.
Pero en ocasiones nuestro esfuerzo personal lo dedicamos a decir, a contar (necesitamos expresar) Y estamos más atentos a decir lo nuestro que a escuchar lo que otros dicen, solo es cuestión de ¿Tiempo?.
Puede que el flujo de la vida necesite de ese ir y venir, no solo de ese decir y quedarse o escuchar y luego no decir nada...
Tus post siempre me inspiran en una u otra dirección, aunque a veces imagino que a mi ego, me gustaría también inspirarte aunque solo sea un poquito.
Un fuerte abrazo con todo mi cariño.
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