25/12/13
25 de diciembre, así, como si
nada, sin darnos ni cuenta. Unos están felices, celebrando no saben bien qué, o
sí, otros no celebran nada, o se celebran, optan por dejar pasar los días de
una fiesta que para ellos no lo es, yo qué sé, cada uno en libertad a lo suyo,
lo mío es de manual, abrazaros, qué queréis, me da cariñosa, si estás
leyendo es que algo hay, que te vaya bien, aguantaremos hasta el día 31, y más.
Ahora me suelto de ese abrazo y
sigo con lo mío que tengo mucho por hacer y todo no va a ser estas esquinas del
aire que lo mismo te dejan constipado de silencios como que te alivian de
palabras.
Estas son las mías para hoy.
Guapas/os
Ciclogénesis explosiva.
2 comments :
Desde la esquina del sur me asomo a tus rincones de vendaval para saludarte, con el mensaje obligado de felicitación por estas fechas (aunque soy de dejarlas pasar inadvertidas), con otro que ya no obligado, pero deseado, atravesando las tormentas que nos unen de nubes negras y espacios largos, de intermitencias caprichosas, que habla de orgullo y de agradecimiento. De orgullo (mío) de saberte ahí, fiel, constante, mordaz, pleno de filones de escritos que cimbrean mis piernas y masajean mi alma. De agradecimiento (también mío -se siente-) al destino que me llevó al tuyo un día cualquiera. Virtual ser querido. Querido ser virtual, más cruzó al otro lado de la línea del anonimato, para darme su rostro, que custodio con mimo y prudencia… y que disfruto cuando me viene en gana…
Porque no quiero que te constipe mi silencio…
Y ahora, haz lo que te venga en gana: filtra, censura, copia y pega, estas palabras que quiero darte. Aunque sea la misma, soy otra. Que no la otra. Feliz. Desde estos mares de fondo, envuelto en mares de viento, con la subida de la marea, te envío un abrazo la mar de grande.
Mira tú qué bonito, que alegría, que me pongo a bailar en la cocina leyéndote, anónimo/a (que pena, que desperdicio), que olé tu pluma o tu teclado, tu salero y tu saber juntar frases y emociones, las mías derramándose por tus líneas, que valen los abundantes silencios cotidianos por una sola letra de las tuyas, generosa, ingeniosa, cariñosa que, permíteme, estaba este apartado (el cariño) un tanto alejado de lo que solía, ay, que tantas cosas solían y ya no, el tiempo ¿sabes?, que se lleva aficiones y amores, qué mezcla, costumbres y rutinas que ya no dan seguridad, te lo aseguro, que vendavales y lluvias de indiferencia no pueden con esta obstinación de saber que alguien vendrá que dará sentido a esta amorosa siembra del decir, sin mucho arte, lo sé, pero con terquedad de adolescente, de poco seso, de atolondrado recolector de belleza ajena, un zascandil de escrituras como humo, no hay más, pero está el amor, qué cosas, cuando menos te lo esperas se acaba el año y llega este regalo, muchas gracias, que sin aspavientos besos tus manos y no sigo por si acaso has sembrado de concertinas tus barreras y anda uno magullado de escalar otras aduanas, filtros y fielatos, fornidos guardianes nada sensibleros armados de bah y alto ahí.
Me has emocionado, muchísimas gracias.
Publicar un comentario