Parker y los elefantes.
Cuando tú y yo estamos frente a frente
y una extensión desierta nos separa.
Cuando la noche cae.
Cuando nos damos
desesperadamente a la esperanza
de que sólo el amor
abra tus labios a la luz del día.
(Valente)
Cuando Parker encontró a Marie después
de tantos años, la comparó con una tienda de objetos preciosos, con escaparates
llenos de cristal de Bohemia y delicadas piezas de arte, un establecimiento de
lujo con música de Mozart y Bach.
Por el contrario, se vio a sí mismo como un elefante alocado y solitario,
un elefante de circo acostumbrado a la pista y a las piruetas, sin domador ni
presentador, barritando sus historias en tantas selvas de cartón, bajo tantas
carpas.
Y pensó que debía tener cuidado con esa mujer, contenerse, limitarse, ser
delicado y atento, incluso mudo, pensar cada palabra antes de dejarla ante sus
ojos. Así lo hizo.
Pero el tiempo pasa y todo se transforma, la imaginaria tienda siguió
brillando y estando expuesta a que la diferencia de temperaturas hiciera añicos
las cuberterías, a que el do de un tenor quebrase las copas de
champán y a que las puertas giratorias dejasen paso a las torpes patas de otro
proboscídeo, de otra manada o de otro circo.
Y ya, sin símiles ni ejemplos vanos, Parker se encuentra frente al
escaparate de los ojos de Marie, temeroso de los vientos del mar, del insólito bochorno
de noviembre, de no querer hacer nada que pueda deslizarse por su sensibilidad,
de provocar su rechazo y su adiós.
Parker, elefante o no, quiere entrar en esa tienda, pero es pobre y, para
colmo, nunca hacen rebajas, se teme que seguirá columpiándose en el parque de
la soledad.
Ay, qué cosas pasan.
2 comments :
"Cuando Parker encontró a Marie después de tantos años, la comparó con una tienda de objetos preciosos, con escaparates llenos de cristal de Bohemia y delicadas piezas de arte, un establecimiento de lujo con música de Mozart y Bach".
Un párrafo que me haría leer otros doscientos, el hallazgo de cada día que muchos no, una promesa.
Te lo prometo Magnolio que busca entre sus ramas nidos de vencejos y rastros de mariposas de oriente, estructuras de hormigas y huellas de ardillas. Eso
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