Marta Kubišová
Las primeras grabaciones profesionales de Marta Kubišová datan de 1963, cuando sólo contaba con 21 años. Fueron para el sello Supraphon, por el que fichó tras tres años cantando jazz en teatros de provincia. A finales de 1964, siguiendo a su mentor Bohuslav Ondrácek, actuó en el teatro Rokoko de Praga, donde compartió escenario con las estrellas Waldemar Matuška, Helena Vondrácková yVáclav Neckár, estas dos últimas futuras compañeras en Golden Kids. Este último conjunto reunió a las tres vocalistas junto con una orquesta formada por músicos de pop, jazz y hasta música clásica, y fue el responsable de algunos de los temás más funkys del catálogo de Supraphon. Sólo en 1969, grabó hasta doce temas, varios de ellos recopilados en los LPs Micro-Magic-Circus y Golden Kids 1. Ese mismo año también se produjo el debut en solitario de Marta Kubišová, Songy a balady. No obstante, dado que mostraba su rechazo al régimen soviético sin ningún reparo, interpretado temas cuyas letras reflejaban la situación del país, los comunistas censuraron su música, que dejó de sonar en radios y televisiones, y, a partir de Febrero de 1970, no le permitieron actuar más. Su último single para Supraphon, Jakoby nic’/ Hare Krišna (verano de 1970), que ya había sido fabricado, fue destruido por los censores del régimen, de modo que sólo se conservan unas pocas copias.
Las siguientes dos décadas, hasta el colapso del bloque del Este en 1989, Marta fue una madre trabajadora, oradora del movimiento cívico Charter 77 (junto al futuro presidente checoVáclav Havel) y, ocasionalmente, cantante: en 1978 interpretó una serie de canciones folk de Moravia, grabadas clandestinamente por periodistas suecos en la cocina del cantante folkJaroslav Hutka, y editadas poco después por un sello checo exiliado en Suecia. En 1990 presentó su segundo álbum, Lampa, iniciando así una década en la que se publicaron varios singles y se reeditó su debut. A finales del 2009, Vampisoul editó la compilación Ne! The Soul Of Marta Kubišová, una selección de temas grabados entre 1966 y 1970, elaborada porLukáš Machata (ak
Esta canción, "Modlitba pro Martu" ("Oración para Marta"), fue compuesta y grabada para la serie de televisión "Píseň pro Rudolfa III" ("Canción para Rodolfo III) -en un principio, cuando su fin era ése, se llamó simplemente "Modlitba", "Oración"- coincidiendo, casualmente, con los días de la invasión soviética a Checoslovaquia en el verano de 1968, si bien estas escenas no se emitirían hasta un año después. Jindřich Brabec, el compositor, fue retenido por los soldados del pacto de Varsovia cuando se dirigía con las partituras al estudio de grabación. Cuentan que hubo de transmitirles la canción a los músicos y a la cantante por teléfono.
Si bien no había sido compuesta con orientación política alguna, lo sorprendentemente actual y comprometido de sus letras hizo que se convirtiera en una grabación prohibida durante todo el periodo de la Normalización checoslovaca. En los primeros días de la ocupación, sin embargo, Marta Kubišová, dándose cuenta del significado que tomaba la canción bajo las nuevas circunstancias del país, pudo hacerse con una copia y colarla en los estudios de radio, que la emitieron 'de estrangis' convirtiéndola en un himno de la Primavera de Praga.
Si bien al año siguiente se emitieron estas escenas en la serie televisiva -bajo el aviso pertinente de que las letras de la canción no perseguían fin político alguno- y se vendieron 80.000 copias del disco que la contenía, la canción fue censurada lo que duró el régimen. Marta Kubišová, activa militante de la resistencia y firmante de la Carta 77, fue apartada del mundo de la canción, grabando apenas un par de discos para una firma de exiliados checoslovacos en Suecia.
En noviembre de 1989, Marta Kubišová cantó en público por primera vez en veinte años en una abarrotada plaza Wenceslao. Los tres minutos que duró su interpretación de "Modlitba pro Martu" conmocionaron al público que la escuchaba. "Modlitba pro Martu" se convertía, así, también en uno de los himnos de la Revolución de Terciopelo.
Publicado el 27/06/2012 por phentesilea
2 comments :
Gracias, Pedro, tengo que decírtelo de nuevo.
Gracias por provocar con tanta cultura tanta emoción.
Gracias, amor.
Felices días.
mirada, cariño, no es cultura, es curiosidad. He estado en Praga, he viajado bastante por la República Checa y, en general, me parece una gente seria, antipática, con honrosas excepciones. He intentado saber más de su historia y no me extraña, es como para estar cabreado continuamente. En fin, que te quiero mucho y que tengo unas ganas inmensas de volver a aquella plaza de Arzúa, contigo. Gracias, reina.
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