miércoles, 13 de enero de 2021

Un astronauta en Roma

 




Un astronauta es un dibujante colgado de la negra piel del universo, un ave de presa que se disfraza de ángel con escafandra, un investigador de espacios no transitables por bandadas de patos, por vientos de superficie arrastrando veletas con cabeza de gallo. Es un físico sin codicia por las olas de mares detenidos, por nubes como cicatrices, por piedras temerosas del rocío. Un matemático limitado a diez números, a contar al revés, de más a menos, de todo a nada, una paradoja que acaba en cero y empieza un viaje al más allá o al infinito, a un agujero negro o a un resquicio de eternidad, rincón donde viven los vigilantes celestiales, si los hubiera, si desde un azar de estrellas muertas y espacios inabarcables su mirada otease el afán de saltar a esa nada sin color, ahí arriba, tan lejos. Un astronauta es un hombre con muñones en las alas.

Pienso esto mientras paseo por la Vía Apia. Soy otro turista más, anónimo detrás de unas gafas negras. Algunos me gritan:"Johnny, Johnny ¿dove vai?". En los abarrotados estantes de la Feltrinelli encuentro un curioso “Il cha-cha-cha dei cosmonauti”. Escucho esta música de Battista Lena en una habitación con espejos, en el palacio junto a Trevi, una marea de japoneses y españoles bajo la ventana, la niebla de siglos detenida en una esquina de patio, entre la hiedra que amordaza los inmóviles caballos de mármol blanco.

Aspiro la noche de mayo. Estoy aburrido de estar en Roma. No sé quién es esa joven que duerme, plácida, con sus grandes glúteos rosados, su melena rubia desparramada sobre la almohada.

Me viene a la cabeza, una y otra vez, una ventana redonda enmarcando una Tierra luminosa, pequeña, lejana.

Y aquella sombra, fugaz, inaudita, inquietante.

Y la Voz.

Mañana nos recibe el Papa, seguiré el protocolo, debo arrodillarme y besar su anillo.

Él pondrá sus manos sobre mis hombros y realizará la pregunta.
Le contestaré: no, no vi ningún dios.

Quiero volver a California.


6 comments :

Moony-A media luz dijo...

Así que un astronauta en Roma y con visita privada al Papa...
Todo el rato vestido de astronauta?
No conozco Roma y tampoco me atrae. Mis viajes fueron por otros lugares, y sin traje de astronauta claro, aunque quizá, con cierto aspecto de extraterrestre. Esos me gustan más. Y como las mujeres de melena rubia y buen culo, tipo las pelis de Bertoluci o como se escriba, no me interesan, para qué ir a Roma?
Y ahora a lo serio. El texto es alucinante, de principio a final. Y si el astronauta se va a California, yo me iré a Boston.
Un beso de mediodía.

Pedro M. Martínez dijo...

https://www.publico.es/videos/673179/el-papa-recibe-a-un-grupo-de-astronautas-en-el-vaticano
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Un astronauta a punto de ser recibido por el Papa pasea por Roma. Piensa en su experiencia extrema. Ha sido uno de los afortunados en estar cerca de ese concepto/creencia Dios/Cielo.
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El ser humano siempre ha dirigido su mirada curiosa al cielo estrellado. Durante siglos, la contemplación del firmamento nocturno ha sido útil, ha sobrecogido y ha servido de inspiración a gente de todos los rincones del mundo.
Vivimos bajo una bóveda salpicada con miles, millones de astros, una ventana al Universo que proporciona una experiencia única al que la observa. Desgraciadamente, cada vez es más difícil disfrutar de ese privilegio. Hasta hace no demasiado tiempo, bastaba con alzar la mirada para asistir al espectáculo. Hoy en día, en nuestras sobreiluminadas metrópolis, apenas se ven un puñado de estrellas.

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Desde aquí abajo se piensa en lo de abajo. El astronauta americano piensa en lo de arriba, en la respuesta que no encontró. Cada uno busca su propia respuesta. Para un astronauta Roma es un salto hacia atrás, hacia el principio. Muchos americanos no saben dónde está Roma. He estado varias veces en Roma, una experiencia no comparable a estar en el espacio. Yo también busco mi respuesta. Estoy cerca de encontrarla, espero. Mientras tanto cuando puedo miro a las estrellas y me siento mínimo. Cada día me siento más pequeño y escribo estas cosas que aquí se quedan, flotando en este universo absurdo de mentiras. En fin.
Muchas gracias por tu comentario, Moony-A media luz

Moony-A media luz dijo...

La respuesta está en el aire, aquí no la vamos a encontrar, creo.
Te voy a contar una historia. Yo morí durante una operación, supongo que unos segundos, y no vi a dios, ni a nadie que me llamara, ni ningún túnel blanco. VI mimosas y a mi entre ellas, con una felicidad que espero volver a sentir cuando llegue mi hora. Ignoro lo que hubiera durado si no me sacan de ahí, pero fue lo más hermoso de mi vida o de mi muerte.
Besos cascarrabias

Pedro M. Martínez dijo...

Moony-A media luz, bonita historia, sobre todo porque estás viva. Algún día te contaré la mía, sí vi el túnel blanco. Besos a montones.

Tracy dijo...

Unas imágenes preciosas.
Me encantaron las definiciones que diste de astronauta, muy creativas.
Besos

Pedro M. Martínez dijo...

Muchas gracias, Tracy
Besos.

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