miércoles, 25 de noviembre de 2020

Michael Peto

 

Street scene, Dundee, 1959 - by Michael Peto (1908 - 1970), Hungarian

Es cierto que un día vi a la muerte travestida, mirándome (y sí, vi la luz blanca esa que dicen, la del final de un túnel). En las tertulias de los que se sientan en el pesebre no hay sitio para el color blanco, o para el verde, solo hay un color, el suyo (que casi nunca es el mío). No me aletargo, al menos no en los últimos seis/siete años. No meto mis pies en los arroyos que bajan de la montaña del miedo. No me acuesto al lado de recuerdos que solo sirven para enturbiar el gesto, para romper la sonrisa. Sí quiero acostarme al lado de la mujer que amo. Busco sin descanso los privilegios reservados a los dioses y no sé cómo no dejo de escribir y me lanzo a los caminos. Es lo que haré ahora mismo. Voy a ver.





(Mi comentario en Facebook)

Lo de la muerte travestida es rigurosamente cierto. Pasado un tiempo analicé aquella visión, incluso recurrí a un amigo, prestigioso psiquiatra. Es curioso como la mente almacena imágenes que nos impresionan y las deja ahí, en reserva. En los 70 conocí en Baracaldo (interesante por qué fui aquel día a ese bar, pero eso lo contaré otro día) a unos de los hermanos Azcona (los del “Mayorazgo de Basterretxe”). La cuestión es que este señor estaba sentado con una postura femenina, con una rodilla tomada entre las dos manos y nos miraba con una mezcla de burla y desafío. La dama a la que fui a visitar (acabáramos), me dijo que no le hiciese caso, que era un señor mayor. No le hice caso y seguí a lo mío. La cuestión es que en un momento de mi vida estuve más p´allá que p´acá, me acababan de subir de la UCI a planta y estaba con una debilidad extrema, esa noche fue dura, vi todo el pack, el túnel, la luz blanca y la muerte sentada en una silla enfrente mi cama. En mi confusión y en mi miedo (todo hay que decirlo) la muerte tenía la forma de aquel señor que vi en Baracaldo, en su misma postura, más femenino aun, con la cara maquillada, sobre todo los ojos. Me miraba con un gesto obsceno, poderoso, de burla, de desprecio. Grité y el resto es historia. Entre una y otra situación habían pasado treinta años. Misterios.

No sé si desde entonces cambió algo dentro de mí, los primeros meses sí, después tuve que trabajar tanto que no me quedaba tiempo para lo metafísico. Ahora me doy cuenta que sí porque disfruto cada día de las cosas sencillas que, al fin y al cabo, son las más grandes.

Pues eso.


9 comments :

Moony-A media luz dijo...

Yo también vi esa luz, pero la mia era como de sol y estuve rodeada de mimosas.
Ya no tengo miedo a morir.
Pero me gustaría vivir más.

Y no te vayas al monte de noche...

Y Un beso.

Devoradora de libros dijo...

¿Ya has vuelto de los caminos? ¿Qué tal ha ido el paseo?

Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Moony-A media luz, las luces son caprichosas, como la muerte, sabes que vendrá pero no sabes cuándo. Mejor. Aquella vez (la que más cerca he estado) tampoco tenía miedo, me parecía normal (tal y como estaba) solo no me quería morir por mis hijos, ya ves, a veces lo pienso y me dignifica. Yo también quiero vivir más.
Tú sabes que Bilbao está en un agujero (el botxo). Pasas el puente de la Salve y ya estás (casi) en el monte. El otro día estaba un poco tenso en casa y me fui a eso de las seis. En nada se hizo de noche. Tiene su magia caminar por esos bosques (me hace especial ilusión porque he conocido esa zona absolutamente pelada, sin un solo árbol. Sí, soy un señor mayor, leches ¡qué pasa?, estoy vivo. Cuando volví a casa (a las nueve, después de hacerme 10 kms por el monte oscuro) me echaron la bronca, que si estoy loco, que ya me vale, que me puede pasar algo, que me puede salir alguien (me salió, sí, pero esa es otra historia), que a mi edad. Me cuidan.
Un beso respetuoso.

Pedro M. Martínez dijo...

Devoradora de libros de ese camino volví, sí, pero esta tarde he quedado a las seis con otros caminantes y caminantas para recorrer Bilbao hasta el límite permitido del perímetro. La ruta será improvisada pero larga. A las diez en casa ( si no te echan multa)
Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Para contestar un comentario que me han hecho en Facebook he contado la pena de Murcia. Lo añado a mi texto de hoy.

LA ZARZAMORA dijo...

Quien de veras la ha visto... no/ni lo cuenta...


Besito.

P.S. La música funcionaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! YESSSSS!!!!!!!!!!!

Thank you, Parker.
Of course!

Pedro M. Martínez dijo...

LA ZARZAMORA pues, ya ves, yo lo estoy contando, quizás no era exactamente la muerte y se me coló un señor disfrazado en la habitación (no creo). De todas formas no estaba yo para fiestas pero, mira, quedé bastante majo, recompuesto.
La música la he puesto solo para ti.
Un beso grande (qué es eso de besito..Besito, ay.)

MaLuisa SChaves dijo...

I don´t like the "little kiss" either, it tastes rancid

Pedro M. Martínez dijo...

MaLuisa SChaves, no recuerdo la última vez que di un beso sin mascarilla. Parece que la hemos llevado toda la vida. Cuídate mucho por esos lugares. Un beso de los de toda la vida.

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