Tacto de plumas
La capacidad de olvidar es un don previo al estudio del menguado ahora, un animal pequeño que en vano intento atrapar con escamosos dedos, libre para correr a sus escondrijos, a la cristalina verdad, a la esmeralda que brilla entre las inquietas arrugas de las horas, tanteo en lo oscuro con tacto de plumas de gorriones y alondras, de madrugadores cormoranes y aquí va quedando una huella, el poso de lo que fue. Como un monje loco maldigo el ayer y lo bendigo y paseo entre semáforos de madrugada, vino malo, semanas cortas y esto está cerrado por inventario hasta mañana, un búho se ha posado en mi hombro y los zorros se esconden el bosque de las palabras, ahí estarán, entro a buscarlas.
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