Plaga
Ahí viene la plaga me gusta bailar y cuando estoy rockanroleando eres la reina del lugar, que cantaba/gritaba corriendo por la ribera, contando con cuidado los kilómetros, tratando de engañar mi edad, el tiempo. Iba a la mío pero las vi, esferas de colores, un tamaño entre pompa de jabón y pelota de golf, verdes, amarillas, azules, a veces una roja, pocas, saltaban de aquí para allá. Un fenómeno sorprendente, curioso, qué cosas tiene la Naturaleza, el cambio climático, no sé dónde vamos a parar (pensé).
Al llegar a casa lo comenté. Eso es cosas de los chinos, el aleteo de las alas de una mariposa pueden provocar un Tsunami al otro lado del mundo – dijo mi mujer. Ya, no tienen los chinos otra cosa que hacer, con lo lejos que está China, ¿cuántos chinos habrá en el mundo? – dije yo. Me asomé al balcón, ahí estaban, las esferas saltarinas, por el aire, cuando una roja chocaba con una de otro color, esta se volvía roja. Qué curioso.
Al día siguiente salió en el periódico: ¡Plaga de esferas!, hay muchas pero no se preocupen el Presidente hablará a la nación. Y habló. ¿Ustedes recuerdan los Diez Mandamientos?, la película digo, allí Charlton (Heston) mataba un cabrito y con su sangre pintaba el marco de la puerta de su casa, así no entró la plaga verde, la marea de muerte por las calles egipcias. Pues bien, ¡compren cabritos!
Me compré dos cabritos, a buen precio. Aunque había perdido esa habilidad, los maté a cuchillo, un estropicio, las paredes de la cocina salpicadas con vísceras, mi cuñada desmayada, mis hijos llorando, una pésima recomendación. Con un hisopo embadurné con la sangre el marco de la puerta de mi casa. No pasarían.
Dos días después, desde la ventana, entre los visillos, vi que había más esferas rojas, daba miedo, oiga. La televisión: ¡Sigue la plaga!, el Presidente se dirigirá a la nación, hoy. Y se dirigió. Seguro que ustedes recuerdan aquella película de Charlton (Heston) que se casa con Eleanor (Parker) por poder o para poder o algo, que tenía una plantación de no sé qué en América (del Sur) y sufre un ataque de millones de hormigas, la marabunta, una plaga. Bueno, pues para evitarlo da fuego a la plantación y se salva. ¡Prendan fuego a todo!
Soy un buen ciudadano, di fuego a mi casa, purifiqué los muebles, la televisión, mi coche, qué les voy a contar. Aquí estamos, todos los vecinos, en mitad de la calle, con lo puesto. Alrededor miles de esferas rojas van y vienen como bolas de pinball. Hemos comprobado que cuando rozan a alguna persona, la piel se le pone roja y estornuda, tose, le sube la temperatura corporal. Un problema.
Han pasado una semana, las esferas han engordado, todas son de color rojo, es lo único que veo desde aquí, gordas esferas rojas, estornudo sin parar, mi familia creo que está por ahí debajo, el Presidente no dice nada. En fin, paciencia, sigo cantando eso de ahí viene la plaga me gusta bailar.
Publicado en la revista Cosas insignificantes http://www.cosasinsignificantes.com/2020/07/plaga.html?fbclid=IwAR3E-PqwBP1IqraeQ1X-3evnAP2n7ioJaOOtZ-puNanR6Fkcby67EeHHDd4
2 comments :
Me encantan tus escritos, Ánimo y fuerza me dan. Me he permitido copiar y pegar alguno de tus escritos en mi Blog (llevan tu firma, por supuesto), espero que no te haya molestado. Muchas gracias por todo lo que escribes y sobre todo, como lo escribes. Saludos
Javier, vaya trabajo el de tu blog. Madre mía, vaya curro. Enhorabuena. Lo miraré con calma. Muchas gracias por compartir algo mío. Saludos.
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