Música acuática

Thomas Coraghessan Boyle

El mejor libro que leído este verano, el mejor libro que he leído en mucho tiempo. Qué maravilla. Una novela de aventuras, de viajes, histórica, un cómic punki, una película de humor muy negro, una sátira, un ejercicio de estilo, un derroche de imaginación, de facultades literarias, qué prosa, qué envidia, cómo se puede escribir así, cada línea es un regalo, cada metáfora una sorpresa, un desafío, una sonrisa o un estremecimiento, apabulla.Dickens se queda corto en su crudeza, Conrad es para niños, alterna lo heroico con lo más bajo, lo sublime con la miseria, la risa con el miedo, siempre con tantos recursos, oficio, pericia, arte, capacidad, salero. Qué fenómeno, su lectura nos atrapa, no puedes dejar de leer, nos vacila, nos informa, nos cuenta, nos oculta, nos muestra el ser humano en su desnudez. Qué bestia, cómo escribe, más de 600 páginas, un tocho, un regalo, una crítica, un contraste,  un milagro. ¿Exagero?, creo que no. Una novela compleja, muy original, barroca, también sencilla, ¿me contradigo?, puede ser, estoy todavía bajo su embrujo. Sé que no me van a hacer ni puñetero caso pero para este lector es un libro imprescindible. Así mismo.

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Ah, perdón, además la traducción de Manuel  Pereira es impecable.