Joseph Stroud
Extracciones: Procedencia [Joseph Stroud]
Los siguientes poemas pertenecen al libro Procedencia, del poeta estadounidense Joseph Stroud, publicado recientemente en Argentina por La Carretilla Roja. La traducción es de Shira Rubenstein, bajo el cuidado de Laura Wittner.
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Noche de día
La noche no quiere terminar, nunca quiere entregarse
a la luz. Así que se esconde en las cosas: cuervos, obsidiana.
Hasta en el solsticio de verano, día en que la luz tiene
su gran triunfo, donde campos de girasoles devoran el sol:
partimos la sandía y escupimos
semillas negras, pedazos de noche que relucen en el pasto.
a la luz. Así que se esconde en las cosas: cuervos, obsidiana.
Hasta en el solsticio de verano, día en que la luz tiene
su gran triunfo, donde campos de girasoles devoran el sol:
partimos la sandía y escupimos
semillas negras, pedazos de noche que relucen en el pasto.
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Homenaje al nogal negro en el centro de Santa Cruz
A la tardecita, arrastrándome desde el banco a la librería,
paro y miro el nogal negro de Cedar Street,
el follaje verde de sus hojas y las inmensas ramas curvas.
Un árbol es un lugar, no un objeto, es una isla en el aire
donde nuestra mirada pueda vivir un tiempo, aliviada,
sin cargar este cuerpo pesado y terrenal.
paro y miro el nogal negro de Cedar Street,
el follaje verde de sus hojas y las inmensas ramas curvas.
Un árbol es un lugar, no un objeto, es una isla en el aire
donde nuestra mirada pueda vivir un tiempo, aliviada,
sin cargar este cuerpo pesado y terrenal.
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Primer principio de la termodinámica
Era un buen tipo, y cuando se murió los amigos honraron
su deseo final: cremaron el cuerpo y metieron las cenizas
en los cartuchos de sus escopetas. Caminaron por el bosque que él amaba,
disparando al azar entre los árboles. Por todos lados caía
en una lluvia de polvo, un polen de cenizas que fue como el recuerdo
de un chico que caminaba bajo los árboles en un diluvio de hojas.
su deseo final: cremaron el cuerpo y metieron las cenizas
en los cartuchos de sus escopetas. Caminaron por el bosque que él amaba,
disparando al azar entre los árboles. Por todos lados caía
en una lluvia de polvo, un polen de cenizas que fue como el recuerdo
de un chico que caminaba bajo los árboles en un diluvio de hojas.
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¿Oís ese teléfono? Parece una llamada de larga distancia
La Muerte está hablando con alguien por teléfono, larga distancia,
yo estoy afuera de la cabina, esperando para llamar a casa, impaciente,
intentando que no se me note, y la Muerte sigue con su parloteo
y cada tanto se da vuelta, ojalá esa mirada vacía
no sea para mí, me digo, y pienso en ese pobre que está
del otro lado, aferrado a su teléfono, negándose a cortar.
yo estoy afuera de la cabina, esperando para llamar a casa, impaciente,
intentando que no se me note, y la Muerte sigue con su parloteo
y cada tanto se da vuelta, ojalá esa mirada vacía
no sea para mí, me digo, y pienso en ese pobre que está
del otro lado, aferrado a su teléfono, negándose a cortar.
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La traducción difícil del amor
Pasados cinco años de matrimonio,
pensó que su corazón había logrado traducirlo.
Pero fue como esa noche en el Ciclo de Cine Extranjero
cuando de pronto en mitad de una película
los subtítulos cambiaron a doblaje
y por un instante pensó que entendía rumano.
pensó que su corazón había logrado traducirlo.
Pero fue como esa noche en el Ciclo de Cine Extranjero
cuando de pronto en mitad de una película
los subtítulos cambiaron a doblaje
y por un instante pensó que entendía rumano.
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Día de alegría
Las abejas armaron una colmena en la pared de mi cabaña.
No quiero discutir más sobre prosodia.
No quiero hablar de Saussure ni del significado
del significado. Solo quiero imaginar a esas abejas
haciendo un panal dentro de mi vida, solo quiero
el sabor increíble de esa miel silvestre.
No quiero discutir más sobre prosodia.
No quiero hablar de Saussure ni del significado
del significado. Solo quiero imaginar a esas abejas
haciendo un panal dentro de mi vida, solo quiero
el sabor increíble de esa miel silvestre.
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Silencio, astucia, exilio
En el entierro de Joyce, cantó el tenor: addio terra,
addio cielo. En el manicomio su hija exclamó
¿Qué hace ese imbécil bajo tierra?
¿Cuándo se va a decidir a salir? Su mujer
pensaba que a Joyce le agradarían los leones
que rugían cada amanecer desde el zoológico cerca de su tumba.
addio cielo. En el manicomio su hija exclamó
¿Qué hace ese imbécil bajo tierra?
¿Cuándo se va a decidir a salir? Su mujer
pensaba que a Joyce le agradarían los leones
que rugían cada amanecer desde el zoológico cerca de su tumba.
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JOSEPH STROUD (Glendale, California, 1943). Autor de cinco libros de poesía: In the Sleep of Rivers (Capra Press, 1974), Signatures (BOA Editions, 1982), Below Cold Mountain(Copper Canyon Press, 1998), Country of Light (Copper Canyon Press, 2004) y Of This World: New and Selected Poems (Copper Canyon Press, 2009). Ha recibido numerosos premios y honores a lo largo de su carrera literaria. Actualmente divide su tiempo entre una casa en Santa Cruz en la costa de California, una cabaña en la Sierra Nevada y un pequeño estudio en los cerros de Jalisco, México.
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