Parker viajero (1)
Hubo
un tiempo en el que Parker se comió el mundo. Empezó por Bilbao y de las
almotacenías siguió alrededor, saltando fielatos, aquellas marcas amarillas en
los mapas de la escuela, las aduanas con carabineros reconvertidos y las
señales en aeropuertos de acá y sobre todo de allá. Fueron viajes desde el
centro de su corazón a una periferia que nunca terminaba. Acumuló
historias, conocimientos, nombres, experiencia, alegrías, sinsabores, alguna
tragedia, amor y desamor a partes iguales.
Y volvió.
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