09.03
Aquí están, en plena Gran Vía, los infractores, nadie les mira al pasar pero mantienen la cabeza baja, caminan por el centro de la calle, esquivan los jardines y los jazmines, el sonido de los semáforos y el runrun del tráfico, los ciegos recostados en las esquinas, los prejuicios como una roca negra, lisa, imposible de escalar. Caminan y el mundo es un paisaje nuevo con personajes mezcla de pájaros y funcionarios con manguitos. No aplaudáis, no gritéis, ellos lo saben
Ahora hay que escoger.
Abrir las ventanas al caliente viento del desierto.
O ahogarse en un remolino del oasis descubierto apenas ayer.
Abrir las ventanas al caliente viento del desierto.
O ahogarse en un remolino del oasis descubierto apenas ayer.
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