Caminando hacia agosto.
Que
cantan hasta los que no cantan. Que sería fácil, o bastante, sorprender a los
pacientes seguidores del intento, del cambio, de la mudanza en estos tiempos
con fotografías de paisanos que viajan a países a los que antes no se viajaba,
antes no se hacían demasiadas cosas-. Por ejemplo Jolie Holland, que es una señorita a la que no conoce casi nadie
pero que el “Old Fashioned
Morphine” lo borda, y otras cosas. O el McFerrin
ese, que parece que solo haga ruiditos con la boca y le ves ahí, en Alemania
creo, delante de una orquesta de tres pares, dirigiendo y dando una lección de
cómo. Hay fantasmas en las esquinas, ya lo creo, sobre todo en Galicia, que
lees a Yolanda Castaño y no te extraña. De Galicia sólo te extraña una cosa,
que sea tan bonita. Y no es que uno no viaje, no, uno viaja, ayer mismo estuve
al borde de un espejo, casi paso al otro lado pero recordé a Alicia y teniendo
en cuenta que el lunes, me dije, alto, no, quieto. O cuando he estado en México,
con tantos mexicanos, está aquello lleno de mexicanos, que al principio tenía
una cierta prevención, cosa, que si las comidas picantes, que si los taxistas,
que si el peligro, bah, el peligro está dentro, en el miedo, no se debe
tener miedo. Yo a veces me tengo miedo, sobre todo cuando me miro, siento en la
cabeza como una red que se inflama, dentro, que me llena eso del cerebro y me
duele, es cierto, me duele y no puedo pensar, que se me alteran los circuitos y
temo volverme majara. Esto no se lo he contado a nadie pero como se acaba el
mes pues hala. Está lo del hilo, usted aparta el polen, el vaho, se quita el
bozal y ahí está el hilo, brillando a veces, desde un tejado desvencijado hasta
otras azoteas, tenso y vibrando, emitiendo, ni un gato podría hacer equilibrios
sobre él, es un hilo tensado, conductor, made in China, ahora casi
todo se hace en China, que levantas la tapa del y es chino, que la bajas y no,
que te compras un jersey de angora y no lo es, es chino, claro. Creo que es
posible que yo mismo sea chino, al menos hasta (o desde) hoy, o tengo
reminiscencias, lo de los ojos, lo de los remos entrando en el agua de los
recuerdos, alterando la superficie, lo superficial, entre los brezos y los
sabores de regaliz, sobre el mármol del mercado con peces boqueando, con vacas
o lo que quede de ellas, en República Dominicana les gusta el chivo, en una
boda en la que estuve hubo cabrito, me dijeron que tengo familiares en el
Bierzo, el edredón nos cubre y ya es casi la hora de olvidar, los
espantapájaros se quedan aquí, en julio, creo que son los únicos, ah, y los
chinos, no tengo ni idea qué tiempo hará ahora en China (en inglés se pronuncia
chaina, o así), lo mismo están con monzones, o con terremotos, o tsunamis, por
esos sitios tan raros pasan cosas raras. Aunque me gustaría saber si para ellos
no somos nosotros los raros, como ellos son muchos quizás todo es inverso y
comer dragón cocido es lo normal y no esos rollitos de primavera con quién sabe
qué, que están ricos sí, pero ¿qué tienen?, col dice ese listo de verde, que es
justo debajo de dónde nacían antes los niños, los niños nacíamos en sitios muy
raros, nos traía la cigüeña, esas tonterías, y lo de la semillita, qué cosas
nos han contado, y dicen que somos especiales, pues claro que lo somos. Mi
primer beso lo di con casi cincuenta años, mi primer...como decirlo –polvo me
parece grosero-, mi primer eso fue con casi setenta, tanto tiempo esperando y
mira, para esto tanto misterio, me dije yo a mí mismo, que ella tenía por ahí,
que igual también era eso, que las ves con el ombligo al aire y te entra una
cosa que ya, ya, que me lo dice Paquita, la enfermera del turno de mañana,
ustedes los hombres solo piensan en dos cosas, que digo yo cual será la
otra, que no me lo imagino, que solo tengo tiempo para pensar en que me voy,
como tú, como todo quisqui. Mira, te lo digo otra vez por sí, que me voy al fin
de la tierra, un buen sitio para los que entienden, entender no es bueno, ni
saber, una vez que sabes una cosa quieres saber otra y así no hay quién viva,
que no se puede saber de todo, o todo, por eso hay que quemar libros, uno al
menos cada mañana, antes de desayunar, comida energética, nada de
tonterías, hay un tabú con lo de la cultura, hay demasiados cultos, en cambio
curas hay pocos, están los seminarios vacíos, que uno no sabe ya quién le dará
la próxima extremaunción, quién le bautizará, aunque hay temas que no se pueden
tratar en los blogs, eso no lo saben muchos, están siempre con cara de enfado,
hay mucha peña con cara de enfado, debe ser cosa del estómago, que no van de
vacaciones al sitio adecuado, pero el jueves, tempranito se van, millones, no
te lo había dicho, por pudor, que no me gusta comentarlo, que uno es así,
tímido, apocado, de pocas palabras, se asusta con facilidad, que todo esto y
más lo había escrito ayer y me lo mandé a mí mismo y me equivoqué de cuenta de
correo y resulta que el mensaje estará en el portátil guardado en el cajón de
la mesa que no abriré hasta el 3 de septiembre, ya ves que cosas, que un
despiste lo tiene cualquiera pero me ha hecho reescribir lo escrito aunque no
se ha perdido nada ya que estoy disperso, con lo del viaje no me centro en lo
esencial, la poesía, quizás no hay que saber, solo hay que sentir, lo siento,
por ejemplo digo eso de Uso palabras
ciegas, como palomas acurrucadas, / la súbita fragancia del azahar embriaga al
viajero/desprevenido que llega en busca del destino. y me quedo
tan ancho, tan bien, o aquello de Me sacaré los ojos si miro/ lo
oscuro, cuando termine/ la espera de aguas turbias,/ líquenes, brocados que/
ocultan una daga en los/ labios abiertos del pecho. Esto de
los blogs es lo que tiene, que lo soporta todo, obra de arte o esto, farfullar,
hablar por no callar, incontinencia verbal trasladada al papel que no lo es,
superficie en blanco para gritar al viento, que me voy, queridos míos,
procuraré escribir desde donde esté, Finisterre, si alguien quiere algo de mí,
menos dinero, que lo pida. En cualquier caso a la vuelta hablamos, señores,
señoras, pasen y lean. Agradezco su amabilidad y resistencia. Los besos a todos
sin excepción. Muchas gracias.
2 comments :
No puedo escuchar la música, pero en vez de pensar que se trata de un vinilo de Pink Floyd o Alan Parsons, prefiero imaginar que quien suena, lo grabó en la primera mitad del Siglo XIX.
XX, perdón.
Aprovecho para agradecerte que hables tan_bien de México.
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