Sometimes I Feel Like A Woman.
12€.- Una confesión: soy una adicta a una voz -la de él- en el contestador del teléfono -aunque ahora habla su enfermera-. No sé que pensaría mi marido si lo supiera. De mi marido no sé casi nada excepto que no es poeta. No, no lo es, tiene otras muchas virtudes, creo, pero no es poeta. Por eso no me entiende lo que escribo, ni las películas que veo, ni los libros que leo, ni la música que escucho, ni sabe mirar los paisajes detrás y dentro de los paisajes. Pero me quiere, lo sé -bueno...a su manera, creo-.
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