Las singularidades

 

John Banville escribe bien, qué digo, escribe muy bien, un literato con un estilo fluido, singular, una prosa rica, exquisita, culta, con sentido del humor, utilizando una filosofía profunda, un conocimiento de la vida, lo dicho, un señor Escritor.

Comienzo estas singularidades. El primer capítulo me sorprende con su estilo tan personal, me intriga, es sutil, te lleva pero…hay un punto de demora en la acción, o en su falta, que no me deja satisfecho del todo como lector. Comienzo el segundo capítulo y sigue mi sorpresa porque está hablando otro personaje al parecer sin relación con el del primer capítulo. Muy bien escrito también, muy profundo, muy inteligente, con muchos guiños cultos pero uno que viene de leer tanto y tan variado se pregunta “pero qué coño me está contando este hombre que no me interesa en absoluto”. Uno lleva ya 60 páginas leídas pero con todos mis respetos al señor Banville lo deja para no volver y corre raudo hasta el siguiente libro. Que no se enfade nadie pero este escritorazo es un pelma. También puede ser, que es lo más seguro, que uno no tenga gusto, ni criterio, ni cultura, ni ná de ná, pero como uno es el que lo ha comprado lo lee o no lee, lo que le salga del moño.  Con perdón.